El pasado 28 de abril nos dejó Salvador Belzunces, uno de los mejores y más apreciados copilotos que ha dado España, compañero de fatigas de los mas importantes pilotos que dio Asturias, que seguro os sonaran, entre otros Cele Foncueva, Carlos Márquez, Oscar Palacio, Jesús Fernández, Aldo de Alberto, Ángel Paniceres, Jonathan Pérez o Alberto Hevia, e incluso en los inicios de José Antonio Suarez “Cohete”, para sumar más de una veintena de deportistas que siempre tuvieron palabras de gratitud sincera para él. Pero con el que desarrolló gran parte de su carrera deportiva, fue con Daniel Alonso, al que acompaño en dos etapas, desde 1989 a 1999 disputando el Campeonato de España, y en el regreso del piloto avilesino a los rallyes de Históricos. Los más jóvenes le recordaran por ser el copiloto del coche 0 en el SCER, junto a Alberto Sansegundo, labores que ya desempeñó años atrás con Marc Blázquez. Un puesto de máxima responsabilidad con el que las organizaciones y la federación estaban completamente tranquilos de que fuese él quien las efectuase, y que aun pudo hacer en el pasado rallye de Sierra Morena disputado en marzo.

Han sido un total de 44 años casi ininterrumpidos tras su debut en un Rallye San Agustín de 1980, ahora Avilés Histórico su prueba favorita, tras una libreta de notas o un Road Book, acumulando además de la experiencia, todas las cualidades necesarias para ser un grande del asiento del miedo, temple, discreción, seriedad, pasión inagotable y una legendaria precisión en todo su trabajo. Pionero como maestro en cursillos de copilotaje desde hace veinticinco años, junto a otros afamados compañeros como Enrique Velasco o “Jandrin”, muchos salieron de ellos y siempre tenía una bolsa de trabajo a la que acudían muchos pilotos de toda España para pedirle consejo y la recomendación de un nuevo compañero para sus programas. Varias veces me decía, ya con pocas esperanzas de conseguirlo según avanzaban los años, intentar cumplir el sueño de disputar un 1000 Lagos en Finlandia lleno de saltos y velocidad, habría sido la guinda de su pastel rico en las mas variadas carreras, en las que dejo el mejor sabor posible para todos los que le conocieron. Descansa en paz Salva.