Se ha presentado el primer vehículo eléctrico de Fiat. Se trata del 500 y se ha fabricado desde cero; no tiene nada que ver con los anteriores 500, ni con la versión híbrida ni con la de gasolina. Es más ancho, más largo y su diseño es de lo más «cool», «mono» o «cuqui», según queramos denominarlo.
El Fiat 500 vio la luz en 1957 para revolucionar la movilidad en Italia pero este pequeño gran coche tiene una gran historia detrás, con ditintos ingenieros en pugna, incendios de versiones experimentales y una larga lista de personajes dignos de recordar. Recomendamos leer tranquilamente su historia pues merece mucho la pena.
En el año 2007 conocimos la versión moderna del 500 y ahora, en el año del COVID, la versión 100% eléctrica. Este Fiat es también 100% italiano, habiéndose diseñado y fabricado en la planta de Turín.
El 500 se vende con tres acabados: Action, el más barato, con 95 CV y 185 kms de autonomía y los acabados Passion e Icon (el más alto de gama) con 118 CV y hasta 450 kms de autonomía en conducción urbana. Hay ediciones especiales como La Prima, 9 colores y 3 capotas a elegir, una gama muy completa para acertar con los gustos de cada comprador.
Respecto a la técnica, el vehículo tiene una salida impresionante, otorga el par de avance desde el primer instante y el chasis al crecer 51 mm de ancho y 22 mm en batalla, unido al peso de las baterías en la parte más baja, consigue un agarre y una seguridad digna de mencionarse. El reparto de pesos es de 52% en el eje delantero y 48% en el tren trasero y en general toda la arquitectura del vehículo está muy bien diseñada. Las dos motorizaciones que se montan tienen el mismo par. El motor tiene una potencia de 87 kW que permite una velocidad máxima de 150 km/h (autolimitada) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos; en 3,1 segundos de 0 a 50 km/h.
Para optimizar el tiempo de recarga, el nuevo 500 está equipado con un sistema de cargador rápido de 85 kW para recargar la batería muy rápidamente. Por ejemplo, se necesitan solo 5 minutos para disponer de una reserva de energía suficiente para recorrer 50 kilómetros, más de lo necesario para un uso diario medio. Y el cargador rápido también puede recargar la batería al 80 % en solo 35 minutos.
El nuevo 500 se equipa con tres modos de conducción: Normal, Range y Sherpa, que se pueden seleccionar dependiendo del estilo de conducción: El modo Sherpa optimiza los recursos y actúa en varios componentes para reducir el consumo de energía al mínimo. El modo Normal es lo más parecido a conducir un vehículo con un motor de combustión normal, mientras que el modo Range activa la función de one pedal drive. Al seleccionar este modo de conducción, prácticamente se puede conducir el nuevo 500 solo con el pedal del acelerador. De hecho, al soltarlo el grado de desaceleración es mucho mayor que con un motor de combustión normal, casi como si se hubiera pisado el pedal del freno. En cualquier caso, hay que pisar el pedal del freno para detener completamente el automóvil. Sin embargo, en el uso diario y con un poco de práctica, se puede aprender a conducirlo usando solo el pedal del acelerador.
En cuanto al diseño y la conectividad, el nuevo automóvil necesitaría un artículo aparte solo para estos aspectos. Entre los detalles que más nos han sorprendido están que el 500 debuta en la versión convertible. Es el primer descapotable de cuatro plazas y cero emisiones. Todo abierto, todo eléctrico y todo silencioso.
También el sistema de interfaz Natural Language, con reconocimiento de voz avanzado, para poder hablar con el automóvil y controlar los parámetros, configurar el climatizador y elegir la música favorita. El coche tambén está diseñado para enlazarse cómodamente con el móvil y de esta manera el conductor puede verificar el nivel de carga de la batería, programar la carga del vehículo para las franjas horarias más convenientes, encontrar la ubicación exacta del automóvil, bloquear y desbloquear las puertas, encender y apagar las luces y programar el sistema de aire acondicionado. También podrá verificar el estado del coche con varios parámetros, desde la presión de los neumáticos al calendario de mantenimiento. Como no, a través de la aplicación móvil se puede enviar el destino al navegador del coche, identificar la ruta, verificar el tráfico y las condiciones climáticas a lo largo del trayecto, y ver la ubicación de los radares. Todo un mundo que nos ofrecen los teléfonos actuales ahora también en el coche.