Los Ascona y Manta siguieron al GT al otro lado del Atlántico y se vendieron con éxito en los Estados Unidos; una carrera internacional lograda sólo por unos pocos modelos de Opel. Hoy en día, los supervivientes de la primera generación de estos modelos son objetos de colección codiciados, con un valor muy superior al que se vendieron cuando eran nuevos.
En 2020, Opel celebra el aniversario de estos automóviles legendarios con la participación de sus admiradores. La fiesta comienza con la apertura de la temporada de rallies de vehículos clásicos y «Bodensee Klassik» (del 7 al 9 de mayo). Seis unidades de las primeras generaciones de los Ascona y Manta estarán presentes en la salida. A este estreno le seguirá una gran concentración el 28 de junio, con unos 100 ejemplares de los Ascona y Manta A en el «Klassikertreffen» de Rüsselsheim. Se esperan alrededor de 30.000 visitantes en esta fiesta de cumpleaños, que contará con la participación de numerosos clubes de Opel. Otro punto culminante será la reunión del 25 al 27 de septiembre, organizada por el coleccionista y experto en el Opel Manta Manfred Henning. El lugar de reunión no podría ser más apropiado: Timmendorfer Strand en la costa del Báltico, precisamente donde este modelo se presentó por primera vez a la prensa hace exactamente 50 años.
Opel comenzó los años 70 con una gran ofensiva de modelos
Los nuevos vehículos Opel de segmento medio que debutaron en 1970 fueron bautizados con los nombres de Ascona y Manta. Como berlina de dos y cuatro puertas, el Ascona se colocó exactamente entre los Kadett y Rekord. El Ascona también marcó tendencia: la versión Caravan fue el primer familiar medio de un fabricante alemán enfocado a distintos estilos de vida y, visto desde la distancia, fue un gran adelantado a su tiempo. Con su hermano deportivo, el Manta, Opel entró al mismo tiempo en el creciente mercado de los coupés deportivos familiares. Chasis, suspensión y mecánicas eran idénticos, ambos con motores de cuatro cilindros que desarrollaban de 60 a 105 CV.
El Ascona fue un ganador tanto en tierra como en asfalto; Walter Röhrl y su copiloto Jochen Berger se impusieron el Campeonato de Europa de Rallies de 1974 y 1975 y, en el Rally Acrópolis, consiguieron la primera victoria mundialista de Opel. En 1982, Röhrl y Christian Geistdörfer, ganaron el Mundial de Rallyes con un Ascona 400. En marzo de 1975 se habían producido 691.438 unidades del Ascona A, mientras en el mismo período se fabricaron 498.553 unidades del Manta A.
El deportivo Manta, cuyo logotipo del rayo está inspirado en las fotografías del explorador marino Jacques Cousteau, debutó en septiembre de 1970. Por ello, su presentación tuvo lugar en Timmendorfer Strand, en la costa del Mar Báltico. Para Opel, el Manta supuso dar un paso hacia un nuevo territorio. “En lugar de hacer obsoleto a un modelo existente, el automóvil que hoy presentamos se suma a nuestra gama una nueva demanda del mercado”, exponía el comunicado de prensa de entonces.
El Manta era nuevo, elegante, deportivo… y perfectamente adaptado a su tiempo. En aquella época, los atractivos coupés de cuatro plazas eran muy populares. La necesidad de destacar a través del automóvil tenía una gran demanda y la forma y las líneas del Manta eran justo lo que el cliente buscaba. En su primer año completo de ventas Opel entregó 56.200 unidades de este modelo; del que se produjeron 498.553 unidades durante toda su vida comercial. Compartía plataforma, suspensión y mecánicas con el Ascona. Un nuevo miembro se incorporó a la familia de motores: 1.6 con 68 CV, que incluso llegó a desarrollar 80 CV en la versión S. El motor más potente del Manta era el 1.9 S de cuatro cilindros con 90 CV, también utilizado por el Opel Rekord.
En 1972, el 1.2 de 60 CV se erigía como el escalón de acceso a la gama Manta, que en noviembre del mismo año se completaba con un Manta Berlinetta lujosamente equipado. Su equipamiento de serie incluía volante deportivo, luna trasera con resistencia térmica, faros halógenos, lavaparabrisas eléctricos y techo de vinilo. Sus cinco años de producción se vieron enriquecidos con numerosas versiones especiales: “Holiday”, “Plus”, “Swinger” y “Summer Bazar”, que combinaban un nutrido equipamiento a precios ajustados. El Manta GT/E, con un motor de 1,9 litros con 105 CV e inyección Bosch L Jetronic, irrumpió como versión tope de gama en 1974. El Manta GT/E continuó la tendencia de los acabados en negro mate en lugar de cromado. La última versión especial apareció en 1975, poco antes del debut del Manta B. El “Black Magic”, basado en el GT/E, tenía su carrocería totalmente pintada de negro con unas rayas anaranjadas que recorrían sus laterales así como el faldón delantero.
El Ascona se presentó en el Salón del Automóvil de Turín de 1970
En términos de equipamiento y motores, así como de dimensiones, el Ascona (alias “el automóvil medio perfecto por su economía”) rellenaba el hueco entre los Kadett B y Rekord C, un papel que hasta entonces desempeñaba la lujosa versión “Olympia” del Kadett. El Ascona en un principio se ofreció con carrocería sedán de dos y cuatro puertas con acabados básico y lujoso. Su suspensión delantera independiente contaba con amortiguadores telescópicos y muelles helicoidales, mientras el eje trasero rígido se estructuraba con dos brazos longitudinales y una barra Panhard. La potencia la suministraba un motor de 1,6 litros y cuatro cilindros con 68 CV, que en la versión S de alta compresión alzanzaba 80 CV. Como en los motores de cuatro cilindros más grandes del Rekord, el propulsor del Ascona tiene un árbol de levas en cabeza “cih” (cam-in-head). En marzo de 1972, Opel introdujo una versión de acceso a menor precio equipada con un motor 1.2 OVH, de 60 CV.
El Ascona Voyage fue una novedad muy admirada en la gama. En lugar de un clásico familiar, la versión de dos puertas del Caravan se constituía como un vehículo pensado para el ocio dirigido a coche para familias jóvenes y con espacio para bicicletas. Todo un precursor de la popularidad actual de las versiones Sport Tourer. Inicialmente el Voyage se ofrecía sólo en versión L, hasta 1974, cuando apareció el Caravan, más básico. En la primavera de 1971 la gama se amplió con los Ascona 1.9 S y Ascona SR. El SR se podía elegir con un motor de 1,6 litros con 80 CV o uno de 1,9 litros con 90 CV. Por primera vez, en los motores más potentes, se ofrecía la opción de una transmisión automática de tres velocidades fabricada por Opel. El acabado SR, una novedad en el segmento de los familiares, también estaba disponible en el Voyage de tres puertas.
La versión SR del Ascona tenía las características de un ganador. Walter Röhrl y Jochen Berger disputaron el Europeo de Rallyes de 1974 con un sedán de dos puertas. Al volante del Ascona del equipo Opel Euro Händler, Röhrl y Berger ganaron seis de las ocho pruebas y el título con marca, aún inigualada, de 120 puntos. En 1975, poco antes de que el Ascona A fuese sustituido por la generación B, Röhrl y Berger vencieron en el Rally Acrópolis, consiguiendo la primera victoria de Opel en el Campeonato del Mundo de Rallyes.