Un automóvil emblemático, mezcla perfecta de tecnología de vanguardia, soluciones mecánicas aplicadas a las carreras y estilo único. El 33 Stradale cumple 50 años. De hecho, se presentó el 31 de agosto de 1967, en vísperas del Gran Premio de Fórmula 1 de Italia, en el circuito de Monza, como ejemplo perfecto del vínculo entre el mundo de las carreras y los coches de carretera. Un vínculo confirmado por la presencia del “Quadrifoglio”, trébol de cuatro hojas utilizado por primera vez por Ugo Sivocci en 1923 y que a partir de los años sesenta sería el símbolo oficial de los vehículos Alfa Romeo con las mayores prestaciones deportivas.
La belleza inmortal del 33 Stradale, que se debe al genio Franco Scaglione, junto a la tecnología derivada directamente del Tipo 33 lo convierten en uno de los iconos más representativos de Alfa Romeo, un magnífico representante de una familia de automóviles nacidos para ganar.
El Museo Storico Alfa Romeo de Arese rinde homenaje a este coche y más en general al proyecto 33 (automóviles de carreras que han brindado a Alfa Romeo una larga serie de extraordinarios éxitos) con una exposición temporal, una especie de itinerario en 33 etapas que resume la historia, los protagonistas y los éxitos. Comenzando naturalmente por los coches, entre los que destaca el prototipo del 33 Stradale que ocupa un lugar de prestigio en la exposición permanente del Museo, justo delante de la gigantesca instalación luminosa que simboliza el ADN de Alfa Romeo. El 33 Stradale es un modelo que se sigue poniendo como ejemplo para describir el perfecto equilibrio entre la mecánica sofisticada y el estilo que lo caracteriza, en una simbiosis que se puede resumir en una de las frases favoritas de la marca: “La belleza necesaria”.
La exposición incluye cinco de los seis vehículos conceptuales derivados del chasis del 33 y creados por grandes maestros del diseño de automóviles: Carabo, Iguana, 33/2 Speciale, Cuneo y Navajo además de los vehículos de carreras 33/2 Daytona, el 33/3, el 33 TT12 y el 33 SC12 turbo.