Fue en 1996 cuando Renault pasaba de los números en sus modelos como el R-11, R-9, R-19 ó R-21 a los nombres, y este modelo fue quien inauguró el cambio, el Renault Megane, al que siguieron los Clio, Espace, Scenic y compañía. El cambio tuvo efecto pues el Renault Megane ha sido de vehículo más vendido en España a lo largo de estos 20 años y sus tres generaciones; ahora se presenta la cuarta.
El nuevo Megane se fabricará en un 80% en España, sobre todo en la factoría de Palencia. Las cajas de cambios en Sevilla y otras piezas en Valladolid. Pequeños detalles como cableados eléctricos se fabricarán en la planta que Renault tiene en Tánger.
Las nuevas generaciones en todos los fabricantes siempre aumentan su tamaño, sólo hay que fijarse en cómo era un Clio de los primeros y como es el actual, el Corsa, el Focus y en general todos los automóviles. Al Megane le ha pasado igual: la cuarta generación crece respecto a la tercera en anchura, longitud, es 25 mm más bajo y gana en batalla o distancia entre ejes. Quizás este valor sea el más importante ya que al ganar batalla se consigue más espacio habitable en el interior del coche y mayor estabilidad en curva. 28 mm es la ganancia en esta distancia que se ha traducido en 2 cms más para las rodillas en las plazas traseras. El maletero tiene una capacidad de 434 litros ampliable a 1.247 si abatimos los asientos.
El peso del vehículo se mantiene respecto al anterior. Se han bajado 90 kg en la estructura, el chasis por llamarlo así, pero se han sumado en equipamientos posteriormente por lo que el peso total no ha variado.
Los motores que monta el nuevo Megane son los ya conocidos del fabricante francés con denominación Dci con 90, 110 y 130 caballos en gasoil y los TCe 100 y 130 gasolina. A ellos se suma el gasolina de 205 CV que monta versión GT, modelo que probamos en la presentación por ser el de carácter más deportivo. Con un consumo de 6 litros a los 100 y un cambio automático con levas en el volante, las reacciones del GT nada tienen que ver con el resto de sus hermanos. Para los que no gusten de este carácter y prefieran los consumos más contenidos, las versiones diésel son su elección, con 3,7 litros para el motor 110 y 4,0 litros para el 130 CV.
Interiormente se nota un salto importante entre ésta y la generación anterior. Desde una pantalla táctil central de 8,7 pulgadas en posición vertical podemos cambiar la respuesta del motor, la firmeza de la dirección, masaje en el asiento del conductor, el ambiente luminoso, la climatización, etc. Además, sus varios sistemas electrónicos de ayuda a la conducción como la frenada de emergencia asistida, detección de objetos en el ángulo muerto, easy park assist, cambio de luces largas y un largo etcétera nos mete de lleno en la era digital dentro de la conducción.
La prueba: Renault Megane GT
En la presentación del Megane nuestra opción, sin dudarlo, fue la versión GT, al ir destinado más a los lectores de Auto Sprint, ávidos de sensaciones racing en sus automóviles. Esta versión monta el motor Energy TCe 205 con caja automática de doble embrague EDC de 7 velocidades, 205 CV y 280 Nm de par. El motor es un gasolina de 1,6 litros con turbo configurado por Renault Sport que alcanza una velocidad punta según el fabricante de 233 km/h.
Dispone de cuatro modos de conducción: Sport, Neutro, Confort y Personalizado. Con 4CONTROL, por debajo de 80 km/h en modo Sport y 60 km/h en los demás modos, las ruedas traseras viran en sentido inverso a las ruedas delanteras. El coche se asemeja entonces a un vehículo con una distancia entre ejes del segmento inferior, lo que le aporta precisión y dinamismo. Por encima de estas velocidades, las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las delanteras. El coche se asemeja entonces a un vehículo con una distancia entre ejes del segmento superior, lo que aporta estabilidad.
En modo Sport, el 4CONTROL es más directo y reactivo. Permite una reducción del ángulo en el volante del 40 % con respecto a un coche idéntico sin 4CONTROL, lo que facilita una conducción dinámica al enlazar curvas. El modo Sport actúa sobre el reglaje de la dirección, la cartografía del pedal del acelerador y la configuración motor-caja.
El modo Neutro, por defecto al arrancar, ofrece la mejor combinación entre deportividad y confort a diario. El modo Confort permite optimizar el consumo mediante la tipificación económica de algunas funciones. El modo Personalizado permite al conductor configurar y ajustar el vehículo de acuerdo con sus deseos.
El nuevo Megane GT incluye nuevas piezas específicas: muelles, amortiguadores, barras estabilizadoras, dirección. El diámetro de los discos de frenos es 30 mm mayor que el del resto de versiones, lo que aporta mayor potencia de frenada: 320 mm en la parte delantera; 290 mm en la parte trasera.
Y dos tecnologías que harán las delicias de los conductores más Racing, el control de salida y la reducción de marchas, en inglés Launch Control y Multi-Change Down, dos tecnologías firmadas Renault Sport. El «Multi Change Down» permite reducir automáticamente varias velocidades de golpe en caso de frenada prolongada y el Launch Control se inspira en los sistemas de salida desde parado consiguiendo alcanzar los 100 km/h en 7 segundos. El modo de funcionamiento es sencillo: con el pie izquierdo en el freno, una presión prolongada y simultánea en las dos levas detrás del volante activa el Launch Control, apareciendo el mensaje «Launch Control On» en el cuadro de instrumentos. Con el pie derecho pisando el pedal del acelerador, el coche arranca al soltar el pedal de freno. Para proteger la mecánica, el Launch Control siempre está bajo vigilancia electrónica, que puede impedir temporalmente su activación.
Los precios podemos dividirlos en tres grupos según la versión elegida. En los Megane sin el apellido GT los precios oscilan entre los 16.600 euros del gasolina de 100 CV hasta los 24.800 del diésel con 130 CV. La versión GT sólo está disponible con motor de 205 CV a un precio de 26.900 euros y hay un tercer grupo denominado GT Line con estética de GT pero sólo estética, los demás parámetros no lo son. Éstos van desde los 21.200 euros del gasolina 130 CV hasta los 24.700 del diésel con 130 CV.