Con el SX4 S-Cross, la marca Japonesa Suzuki busca su trozo de uno de los pasteles más suculentos del momento, el de los SUV compactos.
El antiguo SX4 militaba en las filas de los urbanos pero el S-Cross es más largo, concretamente llega hasta los 4,30 metros de longitud lo que hace de él un coche muy polivalente. Puede ser un segundo coche capaz y que puede salir del asfalto o incluso el coche principal hasta para una familia de cuatro personas si no es de las que llevan la casa a cuestas. Tiene un interior con espacio suficiente para que cuatro adultos viajen cómodos y un maletero de 430 litros de capacidad. Sus rivales directos son el Nissan Qashqai y el Mitsubishi ASX. El nuevo Qashqai, superventas de la categoría, tiene 439 litros de maletero y el ASX 416 + 26 de un doble fondo, así que el Suzuki está en línea con sus competidores.
Se comercializa con una mecánica de gasolina y otra diésel, ambas de 1.6 litros y 120 CV, en gasolina existe la opción de montar un cambio automático CVT y con las dos motorizaciones hay oferta de tracción delantera o 4×4. Si no se va a transitar mucho por fuera de carretera la tracción delantera es suficiente, más económica y el coche gasta menos. Por precio la opción más vendida será la de gasolina 4×2 pero no hay que descartar el diésel 4×2, que arranca con un precio base de 20.195 euros porque, a igualdad de equipamiento es 3.000 euros más caro pero tiene el doble de par motor y una conducción más fluida (sobre todo en carretera) y gasta algo menos de un litro a los cien kilómetros.
Nosotros hemos probado esta combinación y nos ha convencido. Con 120 CV, un par motor de 320 Nm y 1.315 kilos de peso, el S-Cross se mueve con mucha soltura. Muy bien para ciudad y suficiente en carretera incluso circulando a plena carga. El consumo medio homologado es de 4,4 litros a los cien, lógicamente en la vida real gasta más que eso, pero se queda en sólo 5,6 litros con una conducción animada y se puede rebajar aproximadamente en medio litro si circulamos pensando en el ahorro.
La carrocería no balancea mucho en las curvas, tiene un buen tacto de dirección y en autopistas se mantiene aplomado. Si decidimos salir del asfalto el S-Cross puede colmar nuestras expectativas si no son muy elevadas. Sólo con tracción delantera podremos llegar más lejos que con cualquier turismo, pero sin buscarnos muchos problemas porque no está pensado para grandes dificultades. Con tracción total sí que puede hacer bastante más, hay que tener las cosas claras, para disfrutar del todoterreno está el Jimny, con el S-Cross podemos circular por pistas de tierra y pasar obstáculos de dificultad media.
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