En Renault han visto que en Europa las ventas de monovolúmenes han descendido mientras aumenta el interés de los compradores por los Crossover. Por este motivo han sacado a la venta el nuevo Captur, un vehículo de 4,12 metros de largo, 1,57 de alto y 1,77 de ancho con una estética de Clio alto y grande que nos recuerda en dimensiones al Suzuki SX4 o Fiat Sedici. Sus rivales en el mercado según Renault serán el Nissan Juke, Opel Mokka y el Mini Countryman.
Una de las diferencias con el actual Clio es su altura al suelo de 20 cms, 8 más que éste, además de los 10 cms extras de altura en la posición de conducción, postura buscada sobre todo por el género femenino que quiere sentirse más seguro y poderoso cuando circula.
Fabricado íntegramente en Valladolid viene equipado con tres motorizaciones también “made in Spain”: Tce 90 y 120 EDC gasolina y dCi 90, éste último con un consumo según la marca francesa de 3,6 litros cada 100 kms. Todos los motores del Renault Captur son turbo comprimidos, tanto en gasolina como en diesel. En la presentación hemos tenido la oportunidad de probar el 90 CV gasolina y el 90 CV diesel, gustándonos mucho más la versión gasoil por su entrega de par, mayor que la de su hermano Tce al menos en cuanto a sensaciones al volante. Sin embargo ninguno de los dos es apto para conductores en busca de sensaciones deportivas; están diseñados para no gastar, no para correr. El ahorro de combustible se ha buscado también en la reducción del peso del coche. Pese a un mayor tamaño y un mayor contenido en equipamientos de confort y seguridad, el peso de Renault Captur es similar al de Clio III. El Captur pesa 1.100 kg, 100 más que el actual Renault Clio. Conduciendo el nuevo Renault se nota que es ligero. Cómodo, silencioso y ecológico son las tres sensaciones dominantes al ponernos al volante. Los detalles que menos nos han gustado son la imposibilidad de tracción total y la costura del pomo de la palanca de cambios ya conocida en otros modelos del mismo fabricante y que molesta en la palma de la mano.
El nuevo Renault Captur incluye innovaciones originales y prácticas como las tapicerías desenfundables (por medio de cremalleras) y lavables, una gran guantera de apertura corredera con 11 litros de capacidad, asientos traseros deslizante o el maletero multiposición de hasta de 455 litros.
Electrónicamente las innovaciones van dirigidas a la reducción del consumo. A las ya conocidas como el modo Eco que reduce las prestaciones del motor para ahorrar y la flecha en el cuadro de instrumentos que sugiere los cambios de marcha en el momento óptimo con el fin de reducir el consumo, se suman dos más: trampillas pilotadas en el radiador e indicador de estilo de conducción. Con la primera, cuando las necesidades de refrigeración disminuyen, unas trampillas pilotadas situadas detrás del paragolpes cierran automáticamente las entradas de aire en beneficio del aerodinamismo. Con la segunda un testigo luminoso en el cuadro de instrumentos informa al conductor en tiempo real sobre su estilo de conducción. Tiene en cuenta la velocidad, la gestión de las desaceleraciones y de los cambios de marcha. El conductor recibe información a través del cambio de color (verde, amarillo o naranja) y de intensidad luminosa y puede así adaptar su conducción en consecuencia.
Siguiendo a marcas como Mini, Citroën con los DS o Fiat con los 500, el Captur ofrece multiples posibilidades de personalización, pudiendo elegir entre 9 colores exteriores, 3 colores en el techo y 2 interiores distintos, todos ellos muy llamativos y modernos.
El precio de este crossover urbano, que se vende desde el pasado 26 de mayo, está entre los 15.200 y los 19.800 con motor gasolina y entre 16.850 y 19.350 euros en diesel. Las versiones de acceso a la gama, las más baratas, tienen el aire acondicionado como extra, no viene de serie.
El Captur no se fabricará con tracción 4×4 ya que la experiencia de Nissan con el Juke es de tan sólo un 4% de ventas del modelo con tracción integral.
