El pasado viernes por la tarde falleció a la edad de 49 años el triple campeón de Francia de Rallyes, Philippe Bulgalski, al caerse de un árbol a 15 metros de altura.
Después de ser piloto oficial de Renault y debutar en el Mundial en 1992 con Lancia, Bugalski empezó su relación con Citroën en 1998 donde fue el primer piloto en ganar un rallye del Campeonato del Mundo con esta marca. Piloto oficial de la marca del doble chevrón de 1998 a 2003, el de Vichy puso fin a su carrera profesional a finales de 2003. Continuó siendo un apasionado y repartió su tiempo entre la cría de caballos, la gestión del equipo Automéca y su papel como piloto de pruebas de Citroën Racing.
A mediados de los 80 comenzó su carrera deportiva y en seguida se convirtió e una de las esperanzas francesas. Cuando era ya considerado una referencia, se unió a Citroën Sport a finales de 1997. Fue la pieza maestra del desarrollo del Xsara Kit Car, con el que ganó dos títulos de Campeón de Francia en 1998 y 1999.
La temporada de 1999 fue muy importante para él, en la que consiguió dos victorias en el Campeonato del Mundo con el Citroën en Cataluña y Córcega. Estos triunfos por delante de los coches turbo de cuatro ruedas motrices, fueron decisivos para la participación de Citroën al más alto nivel en los rallyes del mundial.
Desde el año 2000 el equipo emprendió el desarrollo del Xsara T4, que permitió a su piloto ganar un tercer título de Campeonato de Francia consecutivo.
En 2001, Citroën debutó oficialmente en el Campeonato del Mundo con un programa limitado a cuatro pruebas. El primer piloto que marcó un punto al volante del Xsara WRC (en el Rallye Acrópolis) fue Philippe, que guiaba los pasos de Sébastien Loeb cuando éste debutó en Sanremo.
“Acabamos de enterarnos de la desaparición de un miembro de nuestra familia y nuestra tristeza es inmensa”, comenta Yves Matton, director de Citroën Racing. “Le conocíamos todos y nos conocía a todos. Siempre estaba de buen humor y le gustaba la vida más que a nadie. Su desaparición ha sido brutal y nuestros pensamientos se dirigen en primer lugar hacia su familia y amigos. Hoy todo el mundo de los rallyes llora su desaparición”.
Sebastien Loeb añade: “Estoy verdaderamente entristecido por esta trágica noticia. Perdemos un hombre de mucho valor. Más allá de su gran profesionalidad y talento, me quedo con sus valores humanos. Bug tenía un gran corazón, siempre estaba disponible y era un hombre muy cercano. Todos le echaremos de menos”.