Montarse en un Citroën DS5 híbrido es entrar en un coche futurista. Ya sólo en el habitáculo la sensación es de estar en la cabina de un avión: mandos y botones en el techo, en la consola central, entre los asientos delanteros… y el “Head Up Display” encima del cuadro, justo en la parte inferior del parabrisas. Junto a este diseño basado en la aviación, contamos también con módulo Wifi para tener internet dentro del coche, USB y botones SOS y asistencia mecánica entre otros avances. La cámara trasera y el cambio automático de luces largas a cortas cuando viene un coche de frente completan los extras tecnológicos incluidos en este DS5.
En cuanto al motor, este vehículo tiene dos, uno térmico para mover las ruedas delanteras y otro motor eléctrico impulsando las ruedas traseras. Esto implica la posibilidad de circular en un modo de 4 ruedas motrices pero sin un eje de transmisión entre los 2 ejes, no penalizando el volumen del habitáculo, algo muy a tener en cuenta al necesitar espacio para las baterías del motor eléctrico.
El propulsor térmico es el diesel HDI ya conocido del grupo francés PSA, Citroën y Peugeot. El motor eléctrico tiene una potencia nominal de 27 CV entre 1.290 y 7.500 rpm y alcanza 37 CV en su punto máximo. Este motor puede mover al DS5 en modo totalmente eléctrico hasta 60 km/h. Por encima de 120 km/h, el eléctrico se desacopla pero hasta esa velocidad, si sumamos en modo Sport los dos motores, conseguimos 200 CV de potencia.
Tenemos cuatro modos de funcionamiento diferentes para conducir el híbrido: El modo Auto es económico y está orientado al confort y la tranquilidad; en el modo Sport el dinamismo y las prestaciones serán más importantes; el modo 4WD es idóneo para cuando las condiciones de agarre son peores y el modo ZEV (Zero Emission Vehicle) que permite circular de forma totalmente eléctrica en trayectos urbanos sin emisiones acústicas ni de CO2.
La caja de cambios es manual pilotada y la cartografía del pedal del acelerador se ajusta para facilitar la reducción del consumo de combustible en función del modo en el que circulemos.
Entre los modos de conducción cabe destacar el 4WD (Four Wheel Drive o 4 ruedas motrices), que mejora la seguridad y permite arrancar con efectividad en pendientes de hasta un 25%. Utiliza continuamente el movimiento de las cuatro ruedas motrices, las delanteras impulsadas por el motor térmico y las ruedas traseras movidas por la electricidad. El motor térmico siempre está activado y es posible funcionar con 4 ruedas motrices de forma permanente incluso con las baterías agotadas.
Como hacen todos los híbridos, las baterías se recargan por el funcionamiento del motor térmico y cuando se decelera o frena. La recuperación de la energía al levantar el pie del acelerador o durante las frenadas puede alcanzar un valor máximo en este coche de 34 kW, generando una deceleración natural de alrededor de 1m/s2, en comparación con los 0,2 a 0,3 m/s2 de una motorización tradicional. Otra ventaja de esta recarga es la de permitir un freno motor superior, lo que ayuda a alargar la vida de las pastillas y discos de freno.
Como puntos negativos, el vehículo híbrido necesita llevar grandes baterías. Esto penaliza al DS5 en perder 140 litros de capacidad de maletero y ganar 140 Kg. de peso adicionales. En este vehículo no hay rueda de repuesto, tan sólo el kit anti pinchazos por el mismo problema de espacio.
En el interior, como decía en un principio, nos vemos como en un avión. En la pantalla central, en la instrumentación y en el head up display (pantalla transparente reflejada en el parabrisas), toda la información incita a una mejor utilización de la energía híbrida. Un medidor de potencia indica la diferencia entre el consumo y la recuperación de energía y en la pantalla central una silueta del vehículo recoge los flujos de energía entre el motor térmico, el motor eléctrico y el pack de baterías, con una indicación sobre el nivel de carga.
El resto de herramientas que trae el Citroën DS5 híbrido son también prácticas y destinadas a la seguridad. Las luces de carretera, por ejemplo, son automáticas y se activan y desactivan en función de la luminosidad, cambiando de “carretera” a “cruce” para no deslumbrar a los vehículos que vienen de frente. Los faros antiniebla tienen una iluminación adicional en curva, que aumenta la visibilidad y si se traspasa una línea de la carretera sin haber activado el intermitente, el Citroën DS5 avisa al conductor mediante la vibración del asiento. Aparcar también es más fácil gracias a una cámara de visión trasera.
Los precios del Citroën DS5 Hybrid4 van desde los 34.950 euros hasta los 41.650 y ya se encuentran disponibles en los concesionarios de la marca.
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