Los fabricantes de automóviles se han concentrado en el diseño del vehículo: aerodinámica, motores, ingeniería, peso… para reducir los consumos y emisiones. Los sistemas start and stop, los indicadores de marcha óptima de consumo o las regulaciones de potencia mediante electrónica son grandes avances en este sentido. Hace relativamente poco tiempo se dieron cuenta que la manera cómo se conduce el coche supone entre el 15 y el 20% del consumo de combustible y del nivel de emisiones alcanzado. Por ello, tanto Audi como Fiat, desarrollaron herramientas que estudian cómo conducimos y cómo podemos ahorrar combustible.
Otro factor importante es la presión de las ruedas. 8 de cada 10 conductores circulan con una presión de neumáticos inadecuada. Esta mala práctica se calcula que supone más de 4.000 millones de litros de combustible extra al año, o lo que es lo mismo, 5.400 millones de euros y 9,3 millones de toneladas de CO2 emitidos a la atmósfera.
En términos económicos la no comprobación de la presión de los neumáticos se calcula que puede llevar a un despilfarro al año de 8.000 millones de euros en toda Europa, entre mayor consumo de combustible y recambio prematuro de los neumáticos.
Es importante tener en cuenta una serie de consejos que pueden ayudar a mejorar el rendimiento y consumo de nuestros vehículos. Aplicar las técnicas de conducción eficiente permite ahorrar combustible y reducir la emisión de gases contaminantes, en especial de CO2 a la atmósfera. Para lograr este ahorro los conductores deberían tener en cuenta los siguientes consejos:
1.- Comprobar mensualmente que los neumáticos lleven la presión correcta. Una presión inferior a la adecuada puede aumentar el consumo de carburante hasta en un 4%.
2.- Revisar el equipaje. El transporte de cada 100 kilos de peso gasta un 6% más de combustible.
3.- Es preferible usar marchas largas y mantener la distancia de seguridad para evitar frenazos, acelerones y consumos innecesarios.
4.- Arrancar sin pisar el acelerador.
5.- Se debe mantener, siempre que sea posible, una velocidad uniforme. Conducir a altas velocidades aumenta el consumo de combustible. Los fabricantes de automóviles hacen los cálculos sobre consumo de sus vehículos a 90 km/h, velocidad a la que menos consumo se produce.
6.- ¿Aire acondicionado o ventanilla? A 25 grados, el aire acondicionado aumenta el consumo de combustible un 12%. En ciudad, a bajas velocidades, abrir la ventanilla es más eficiente que usar el aire acondicionado. En carretera, a más velocidad ocurre lo contrario.
En la gasolinera:
Preguntando a un experto, trabajador en una refinería desde hace 31 años, éste nos cuenta cuatro claves para evitar pérdida de gasolina al repostar nuestro coche:
1.- Llenar el depósito por la mañana temprano pues la temperatura ambiente y del suelo es más baja. Todas las estaciones de servicio tienen sus depósitos bajo tierra y al estar más fría la tierra, la densidad de la gasolina y del gasóleo es más pequeña. Al contrario pasa durante el día, que la temperatura del suelo sube y los carburantes tienden a expandirse. Por esto último, si se llena el depósito al medio día, por la tarde o al anochecer, el litro de combustible no será un litro exactamente.
En la industria petrolera, la gravedad específica y la temperatura de un suelo juegan un papel muy importante.
Donde yo trabajo, cada carga de combustible en los camiones es cuidadosamente controlada en lo que respecta a la temperatura. Para que cada litro vertido en la cisterna del camión sea exacto.
2.- Cuando llene el depósito no apretar la manilla del surtidor al máximo. Según la presión que se ejerza sobre la manilla, la velocidad del surtidor puede ser lenta, media o alta. Elija siempre el modo más lento y ahorrará más dinero.
Al surtir más lentamente, se crea menos vapor y la mayor parte del vertido se convierte en un lleno eficaz. Todas las mangueras surtidoras devuelven el vapor al tanque.
Si se llena el depósito apretando la manilla al máximo, un cierto porcentaje del precioso líquido que entra en el depósito se transforma en vapor y vuelve por la manguera del surtidor al depósito de la estación por lo que se consigue menos líquido por el mismo dinero.
3.- Llenar el depósito antes de que éste baje de la mitad. Cuanto más combustible haya en el depósito, menos aire hay en el mismo. El carburante se evapora más rápidamente de lo que se piensa.
Los grandes depósitos cisterna de las refinerías tienen techos flotantes en el interior, manteniendo el aire separado del combustible, con el objetivo de mantener la evaporación al mínimo.
4.- No llenar el depósito cuando se están rellenando los tanques de la gasolinera ni inmediatamente después. Si se llega a la estación del servicio y hay un camión cisterna que está rellenando los tanques subterráneos de la misma, o los acaba de rellenar, evite si puede repostar en dicha estación en ese momento. Al rellenar los tanques se remueve el combustible restante en los mismos y los sedimentos del fondo. Así que corre el riesgo de repostar combustible sucio.