Mucha gente transita diariamente pistas de campo sin la tentación o la necesidad de disponer de mucho espacio, potencia o gastarse mucho dinero. Para ellos va destinado el Fiat Panda 4×4 en sus diferentes versiones. La versión off-road del popular urbano de la marca italiana añade al normal una suspensión más elevada y específica en el eje trasero, protecciones en los bajos del motor, barras longitudinales para colocar un baúl u otra carga y algunas protecciones extra de plástico.

Por dentro no hay muchos cambios y seremos testigos del plástico habitual, una circunstancia que al menos sirve para abaratar el producto. Tampoco disfrutaremos de detalles como el panel de instrumentos y los controles orientados al conductor. Además el habitáculo se balancea bastante en zonas de firme irregular por lo que no se puede hablar que sea el interior más acogedor del  mundo. Típico de la mayoría de modelos de Fiat, no es nada nuevo.

La gran virtud del Panda 4×4 son sus particulares prestaciones con unos motores tan modestos como el gasolina 1.2 de 60 CV y el Diésel 1.3 Multijet de 70 CV. Cuenta con un ángulo de ataque de 24º y 42º de salida y es complicado de creer, pero no se achanta por muy empinada que sea la rampa a sortear. Los motores tampoco es que sean especialmente eficientes, ya que el gasolina consume de media 6,6 litros (lógico ya que está muy obligado en carretera) y el Multijet 5,2. Hay decenas de modelos más potentes y con menos consumo, aunque no son 4×4 ni tienen un precio tan reducido.

La tracción 4×4 es muy socorrida en muchas circunstancias, tendremos más control que muchos coches en piso en malas conducciones. En condiciones normales la totalidad del par va a las ruedas delanteras, pero en caso de necesitarse, unos sensores del ABS detectan la pérdida de tracción y por tanto la redistribución del par. Logicamente no se puede configurar al gusto ese reparto electrónicamente como en otros modelos de alta gama. El coche patina mucho menos que un tracción delantera normal y mediante el botón ELD se puede evitar el deslizamiento hasta los 30 km/h frenando la rueda que gira más rápido del eje y así igualándolas.

Pesar menos de 1000 kilos también tiene sus ventajas en conducción off-road y a pesar del limitado motor es más sencillo rectificar y dar marcha atrás cuando nos hemos quedado encallados en un lugar. Más nos valdrá en cualquier caso no ir muy alegres en estas circunstancias porque la protección de los bajos no es muy fuerte para el tipo de uso que se le presupone. Eso si, el control es muy intuitivo y quiere llevar su carácter de utilitario a las pistas de campo sin demasiadas complicaciones en la conducción.

Para aumentar un poco la calidad del Panda está el acabado Cross, que incluye paragolpes específicos, molduras laterales, grupos ópticos delanteros y traseros, neumáticos 175/65 R15 con llanta de aleación, detalles de decoración interior, ESP y un mejor equipamiento. Solo se puede equipar con el motor Multijet.

Aquellos que no sean exigentes con las prestaciones y busquen un coche sencillo que les ayude a sortear los caminos entre pueblos o similares tienen en el Panda 4×4 una interesante propuesta.