Prototipo Jaguar C-X75

Los ingenieros a veces tiran por el camino de en medio cuando hay que superar las limitaciones de los modelos actuales. Que con un motor eléctrico no podemos conseguir unas prestaciones vertiginosas, pues sumamos la potencia de cuatro y ya tenemos un conjunto motriz digno de los coches más rápidos. Es la idea que han tenido los ingenieros de Jaguar para que en su 75º aniversario nos lleváramos a la boca un modelo a la altura de su tradición innovadora. El resultado es este C-X75, de complicado nombre, pero que aúna una serie de sistemas raramente vistos antes.

Según los propios diseñadores de la marca el aspecto del C-X75 introduce las líneas claves de la próxima generación de Jaguar, toda vez que la gama actual ya está presentada. Es marcadamente futurista, con líneas fluidas que otorgan un coeficiente aerodinámico de 0,32, en la línea de lo ya ofertado por la marca. Un aspecto simplificado que no está reñido con la excelencia en el flujo del aire. El color utilizado es el Jetstream Silver.

Prototipo Jaguar C-X75
Prototipo Jaguar C-X75

El interior también es de los que se recuerdan. Dejando de lado la fijación de los asientos, similar a la utilizada por los monoplazas de Fórmula 1, lo que realmente destaca es la iluminación azul fósforo. Se activa cuando el conductor se aproxima al vehículo. Al arrancarlo, una luz azul adicional inunda suavemente los espacios de las puertas y los altavoces del mamparo realzando la estructura ligera del C-X75. Tambíén se constata la calidad en las pieles en color crema y gris, el aluminio pulido y el neopreno texturizado de tacto suave utilizados en su configuración interior. Además la pantalla táctil ha sido especialmente creada para la ocasión, y es de fácil acceso porque todo los accesorios están posicionados hacia el conductor.

Aunque sin embargo donde está el real paso adelante es en su sistema de propulsión. Nunca antes un coche eléctrico había ofrecido velocidades punta de 330 kilómetros por hora y una autonomía de 900 kilómetros si se usa la recarga eléctrica. En este modo las emisiones son solo de 28 gr/km de CO2, y con la carga de la batería se pueden cubrir 109 kilómetros con cero emisiones. La aceleración es de 0 a 100 en 3,4 segundos, nada que envidiar a cualquier superdeportivo. Otra cosa es el incalculable valor de esta tecnología para introducirla de serie, pero como experimento sirve para demostrar que la propulsión eléctrica puede calar en el público también por prestaciones.

Otra de las ventajas de los cuatro motores es que cada uno (de 145 Kw) mueve una rueda, por lo que la tracción es total y sugiere un control más pormenorizado y exprimido hasta el detalle. Además se ha tomado el uso de aluminio reciclado para la fabricación del 50% del chasis, algo ya visto por ejemplo en el XJ, lo que incide en la reducción de peso y una redistribución del mismo óptimo.

Para terminar decir que incluye un sistema de frenado muy coherente con su carácter ecológico y de altas prestaciones. Es el mismo utilizado por el XFR que en 2009 batió el record de velocidad de Jaguar en las Salinas de Bonneville (Utah). La energía que surge de la frenada en los discos delanteros de 380 mm y traseros de 345 mm sirve para recargar la compleja batería.