Tradicionalmente las Harley-Davidson se han asociado a una conducción tranquila y una estética custom recargada y llena de cromados. Pero Harley también ha estado presente en competición, concretamente en carreras de Flat-Track con la XR 750.
Y precisamente la Harley-Davidson XR 1200 que probamos hereda el carácter deportivo de esa XR 750, una Harley con colín de fibra, aspecto guerrero y con ganas de correr. Todo esto sin perder el espíritu de H-D y el atractivo de las máquinas de Milwaukee.
El centro de atención
Una cosa tienes que tener clara si piensas en comprar una Harle, te van a mirar. Te van a mirar mucho y también te van a hacer preguntas y a entablar conversación contigo. Las Harley-Davidson tienen algo que llama poderosamente la atención de los simples mortales. La XR 1200 todavía despierta más interés que las demás H-D, sobre todo para los entendidos porque no pueden reprimir su curiosidad y te preguntan cómo va, si es más ágil, si corre más o si frena mejor que el resto de Harley.
Lo más destacable de la imagen de la XR 1200 es que apenas hay piezas cromadas, sólo encontramos las que pueda llevar cualquier otra moto como las manetas, estriberas o varillaje del cambio.
De alta delantera y bajo colín, podemos catalogar a la XR 1200de macho-bike más que como una deportiva. Destaca por su robusta horquilla invertida con botellas en color negro, toma de aire frontal situada en el lateral derecho, llantas de aluminio de tres radios dobles, colín de fibra de línea descendente, doble salida de escape lateral de generosas dimensiones y, por supuesto, el enorme bicilíndrico V-Twin con acabado mate.
Equipada para correr
La Harley XR 1200 busca mayores prestaciones que sus hemanas de gama y para ello necesita una parte ciclo que esté al nivel de sus aspiraciones deportivas.
El chasis es de acero y queda oculto, la suspensión delantera está compuesta por una monolítica horquilla invertida mientras que atrás el basculante de alumino se ancla a dos amortiguadores verticales. El freno delantero se compone de dos discos de 320 mm de diámetro y el trasero de un disco simple de 292 milímetros. ¿Una Harley con dos discos delante? Todo esfuerzo es poco cuando tenemos una moto de 250 kg de peso en vacío y rápida como la XR 1200.
El cuadro de instrumentos está situado delante del manillar para facilitar su lectura, mejor que en el depósito. Está formado por una esfera muy pequeña con un velocímetro digital y una grande con el cuentavueltas, una pequeña pantalla digital -con kms totales, parciales y reloj horario- y los diferentes testigos. El embrague es por cable, con un accionamiento algo duro y el tapón del depósito de combustible carece de cierre con llave. Conserva la posición de los mandos de los intermitentes clásica de Harley, uno a cada lado. Y también se mantiene fiel a la tradición con el clausor lateral en la pipa de la dirección y con otra cerradudura para el bloqueo de la diracción. Yo prefiero dejar la tradición a un lado y contar con una posición más cómoda y con todo en una sola cerradura.
Para los que deseen personalizar su XR o hacer algún viaje con ella, Harley-Davidson dispone de una amplia gama de productos para mejorar su faceta urbana y rutera.
Alma Harley-Davidson
El propulsor de la XR 1200 es un V-Twin a 45 grados refrigerado por aire y aceite de 1.202 centímetros cúbicos de capacidad con inyección electrónica de gasolina. Este propulsor desarrolla un impresionante par motor máximo de 100 Nm a 3.700 rpm con lo que queda bastante claro que la XR sale a golpe de gas de cualquier situación.
El cambio es manual de cinco velocidades, con embrague multidisco de accionamiento por cable. El tacto del cambio se nota rudo si no estás acostumbrado a lidiar con este tipo de motos, pero es que las Harley están hechas para tipos duros.
Deportividad relativa
La Harley XR 1200 es una moto con un concepto propio de la deportividad. No se puede comparar para nada con una deportiva al uso, es más cercana a una custom pero sí es cierto que tiene mayor agilidad y maniobrabilidad.
Lo primero que llama la atención es su volumen y la extraña postura de conducción, con el manillar algo alejado que obliga a inclinar la espalda hacia delante y las estriberas altas y adelantadas. Vas hecho un cuatro. El sillín es duro y no cubre el depósito correctamente, así que si te colocas avanzado para buscar mayor apoyo en la rueda delantera te clavas un poco el corte del sillín en los femorales. Por último encontramos un bote para el líquido del freno trasero situado de forma que impide colocar el pie derecho bien alineado, llagando a hacer necesario el uso de botas para no golpearnos el tobillo con el protector del bote y la bomba de frenos. La XR 1200 es larga y el manillar ancho, en ciudad le cuesta moverse entre los coches con agilidad pero lo hace con mayor soltura que cualquiera de sus hermanas de marca. Acelera con muchas ganas a la salida de los semáforos, tanto que llega a convertirse en vicio eso de salir siempre el primero. A la hora de detenerla frena más que cualquier Harley, pero aun así hay que usar siempre el freno trasero.
En carretera abierta el límite lo pone el viento que choca directamente contra el pecho intentándote arrancar las manos del manillar y el cuello del cuerpo. No hay nada que desvíe el aire y los brazos tan abiertos no colaboran a zafarse del viento. El motor es capaz de llevar a la XR muy por encima de los 170 km/h, pero la velocidad razonable para no sufrir se sitúa en torno a los 140 Km/h. En este tipo de vías lo único negativo, además de la lógica ausencia de protección aerodinámica, es la dureza de suspensión trasera que resta comodidad y la vibración a altas vueltas. Por lo demás, todo correcto.
Si nos adentramos en carreteras de curvas con la 1200 descubriremos una agilidad que pasa desapercibida en otras carreteras. Se mueve bien de lado a lado y, cuando conseguimos coger confianza en la rueda delantera, podremos tumbar hasta rozar los avisadores de las estriberas con total seguridad (y no están muy bajas). Pero no se lleva bien con las frenadas fuertes, es mejor llegar algo más despacio, dejar correr la moto y entrar en la curva sin la suspensión delantera muy comprimida, cuesta menos meterla en curva y no nos exigirá un esfuerzo extra para sujetar el cuerpo y no deslizarnos en el asiento.
¿Y el paquete? Pues el siempre sufrido acompañante lo es más en la XR 1200. El sillín reservado para él está inclinado hacia atrás, las estriberas altas y adelantadas, no hay dónde agarrarse y encima el V-Twin tiene una patada que perfectamente te deja sentado en el asfalto. La XR es una Harley deportiva y como tal está pensada para disfrutar en solitario.
Bonita, llamativa, con carácter y con todo el sabor de una auténtica Harley- Davidson.
Vestuario: Casco NZI Convert III, cazadora Scott INDY TP