El Citröen C4 ha sido un digno sucesor del Citröen Xsara en el mercado de vehículos compactos y se ha ganado por méritos propios una nueva generación. Menos radical en el diseño de lo que se esperaba, aporta más calidad en lo concerniente al equipamiento y el habitáculo, además de varios elementos que acrecientan su valor ecológico.
El diseño exterior sigue las líneas de los nuevos C3 y DS3, menos original que su predecesor y ciertamente menos deportivo, pero que permite ganar cuotas de espacio tanto en el maletero, con 408 litros, como en el habitáculo, ya que el coche es sensiblemente más alto, 3 centímetros. Este ha sido uno de los esfuerzos de la marca, alejar las ciertas incomodidades que ostenta el primer C4.
Por ello, siempre según versiones, incluirá asientos delanteros con regulación lumbar eléctrica y con función masaje, vigilancia del ángulo muerto, control de velocidad con más de una variable, toma de corriente de 230 V y nuevo sistema de sonido extraído de la berlina C5, que permite la espacialización uniforme del sonido.
En cuanto al apartado de mejoras ecológicas el nuevo C4 introduce sistema Stop & Start de última generación, neumáticos Michelin Energy Saver de baja resistencia a la rodadura en algunas versiones, y hasta un 15 % de materiales ecológicos en su fabricación como embellecedores de poliamida reciclado, soporte de la rejilla de ventilación en polipropileno reciclado etc. En términos de emisiones se lanzará una versión con 109 gr/km de CO2 en el momento de su lanzamiento y posteriormente otra de 99 gr/km, en consonancia con lo presentado en el reciente Salón Ecológico de Madrid.
No todo es espacio y ecología, ya que también se han cuidado varios detalles para conseguir un coche con un punto racing. Así, el sistema ESP está incluido de serie para exigirle bastante al coche y la postura de conducción es algo más baja.
El nuevo Citroën C4 saldrá a finales de año, así que según vaya avanzando el verano conoceremos más detalles del coche, sobre todo a nivel mecánico.