La marca gala Citroen lleva 20 años trabajando para generalizar el uso del coche eléctrico. Desde que en 1989 estrenase varios modelos C15 y C25 con esta tecnología, la propulsión eléctrica siempre ha estado presente en la mente de los ingenieros de la marca, por lo que era de esperar que acabasen produciendo un nuevo coche aprovechando las ayudas gubernamentales que se están dado para desarrollar este tipo de vehículos.
De nombre C-ZERO, el último vehículo eléctrico de Citroën entra dentro de las características de la competencia. Su diseño es muy compacto, con 3,48 metros de largo, una clara seña de identidad de que nos encontramos ante un modelo que está pensado por y para el uso en ciudad. Las prestaciones son ligeramente inferiores a las de un vehículo urbano convencional, tiene 64 CV de potencia y un par máximo de 180 Nm para una velocidad máxima de 130 km/h. Suficiente para obtener una calidad de marcha sin pretensiones.
La baterías de ion-litio incluidas necesitan una recarga de seis horas con un enchufe convencional de 220 V, aunque se puede utilizar uno trifásico de 400 V para recargar el 80% del total en tan solo 30 minutos. Esa es otra de las características del C-ZERO, que es muy sencillo de utilizar en todas sus facetas. La marcha es especialmente cómoda por sus nueve metros de diámetro de giro y la gestión de la potencia, como si de un cambio automático se tratara.
El C-ZERO está pensado para seducir tanto al mercado de vehículo de empresa como a particulares, y por ello incluye espacio suficiente para cuatro personas, un maletero de 166 litros y un completo equipamiento de serie que engloba entre otros dirección asistida, ABS, ASR, ESP, elevalunas eléctricos, 6 airbags, dispositivo autónomo para la llamada de emergencia y climatizador.
Está previsto que el nuevo modelo llegue al mercado español en el primer trimestre de 2011, y no se andan con chiquitas, ya que esperan vender 50.000 coches en toda Europa en un plazo de 5 años. La aplicación de la propulsión eléctrica trata de vencer las suspicacias, pero que una firma tan importante como Citröen tenga esas previsiones habla de posibilidades reales de que este tipo de vehículo se implante. Veremos cual es el precio de salida, porque a pesar de el coste mantenimiento y consumo son sensiblemente inferiores, el alto precio de las baterías sigue siendo un escollo difícil de salvar.