Audi busca mayor reconocimiento en la segunda generación de su modelo TT con un restyling externo e interno y una gama de motores más racional y adecuada a las características del coche y sus clientes potenciales.
A simple vista el coche parece más agresivo por el nuevo aspecto de su parachoques y la parrilla, más anchas, y con entradas de aire más pronunciadas. Incluye insertos en negro en la misma parrilla y el nuevo difusor, así como en el acabado del tubo de escape, doble en el caso de la nueva motorización 2.0 TSFI. Otros detalles interesantes son los elementos cromados en los faros LED y el spolier trasero que se despliega al alcanzar los 120 km/h.
Con los nuevos cambios el coche es dos centímetros más largo (4.187 mm) y ha disminuido su peso, 1240 kilos en la versión con el propulsor más bajo. Es así por la adopción de la tecnología Audi Space Frame de construcción en la carrocería por partes, con gran cantidad de materiales ligeros como el aluminio (un 68%). También se ofrecen nuevos colores, Azul Scuba, Gris Oolong, Rojo Volcán y Gris Dakota. Para las versiones deportivas S Line se oferta el Gris Daytona efecto perla.
Por dentro destacan los asientos deportivos de serie, el volante achatado a la moda y detalles en aluminio para mayor sofisticación del habitáculo. Los colores para la tapicería son Marón Nougat, Gris Titán y Rojo Granate. Realizadas en cuero, se han tratado para que no puedan subir su temperatura a más de 20 grados por efecto del calor del sol. Otros detalles interesantes so un ordenador de a bordo con programa de eficiencia, dos tipos de navegador y sistema Bose de audio con Dolby Surround.
En matería de motores el Audi TT se aleja de excesos con el nuevo motor estrella, el TFSI 2.0 de 211 CV. Sustituye a la anterior versión de 200 CV y al 3.2 TFSI para ofrecer al conductor una experiencia equilibrada entre deportividad y respeto con el medio ambiente. Acelera de 0 a 100 en apenas 6,1 segundos con cambio manual para una velocidad máxima de 245 km/h. Además consume de media 6,6 litros según datos homologados, por lo que no se va excesivamente teniendo el cuenta el tipo de modelo que es. Completan al gama de motores el 1.8 TFSI de 160 CV y la alternativa Diésel, el consabido 2.0 TDI de 170 CV y un consumo medio que apenas supera los 5 litros a los 100. Opcionalmente se puede gestionar el 2.0 TSFI con cambio automático de seis relaciones, especialmente fluido.
El control tiene dos nombres, tracción integral Quattro y la suspensión Audi Magnetic Ride, ambos opcionales aunque la tracción es de serie en las versiones Diésel. Con ambos equipados el comportamiento del TT se acerca al de sus hermanos mayores, muy seguros en cualquier circunstancia.
Para los que les deje frío estas versiones convencionales se siguen ofreciendo el acabado S Line, con una acabado externo mucho más deportivo, y las versiones TTS y TT RS, con motores de 272 y 340 CV de potencia respectivamente. En cualquier caso el acceso a la gama se cifra en 32.000 euros. Las primeras entregas, en verano.