La propulsión eléctrica está de moda, bien por el esfuerzo de las administraciones para que eso sea así o por el deseo de las marcas de diversificar sus áreas de negocio. Los salones como el de Ginebra (que abre sus puertas al público hoy) son los escenarios perfectos para enseñar las últimas propuestas en esta materia, cosa que ha hecho Opel con sus prototipos Ampera y Flextreme GT/E.
La estrategia de la marca alemana es crear vehículos de propulsión eléctrica, pero con una autonomía que supere con creces los 500 kilómetros. La forma de conseguirlo es a través de la tecnología E-REV. Lo que se esconde detrás de esta denominación es básicamente que un pequeño generador de gasolina complemente el trabajo del motor eléctrico de 16 kilowatios cuando este supere los 60 km/h. De esta manera se garantiza una conducción en la ciudad libre de emisiones y un consumo realmente reducido en la carretera sin tener que cargar la batería cada pocos kilómetros.
Ambos prototipos equipan este sistema de propulsión, que entrega un par de 370 Nm, aceleración de 0 a 100 en menos de 10 segundos y una velocidad máxima superior a 200 kilómetros. Los cálculos de Opel cifran el consumo medio en 1,6 litros de combustible cada 100 km y unas emisiones de CO2 de 40 gr/km. Es un concepto que da una vuelta de tuerca más a los vehículos híbridos, dando más importancia a la electricidad que al motor térmico.
La aportación del Opel Ampera es su aplicación a medio plazo. Con un diseño que bebe de los modelos Astra e Insignia, se pretende producir en serie a finales de 2011. Para demostrar la viabilidad de este proyecto se ha organizado el viaje de un Opel Ampera desde la fábrica de la marca en Russelheim (Alemania) hasta el recinto del Salón de Ginebra. Un trayecto de 600 kilómetros realizado por Gherardo Corsini, Director de la Implantación del Vehículo Eléctrico de Opel. Lo que no ha trascendido es el precio de esta nueva tecnología híbrida.
Por su parte el Flextreme GT/E es más un prototipo en el sentido estricto de la palabra. Según sus creadores, el diseño del nuevo coupé será el eje central de las próximas gamas de la marca, sobre todo por su gestión del flujo del aire. Su baja altura, apenas 1,3 metros, los neumáticos de baja resistencia a la rodadura y el uso de materiales ligeros en la carrocería otorgan al vehículo un coeficiente aerodinámico de apenas 0,22 cx. Otros detalles que destacan del diseño del Flextreme son sus llantas de aleación de 21 pulgadas, la ausencia de retrovisores en lugar de cámaras, los pilares C ocultos y la gran superficie acristalada del conjunto. También destacan los spoliers laterales traseros, los cuales se despliegan para una mejor resitencia al aire cuando se superan los 50 km/h.
Dos apuestas de futuro de Opel que llaman al optimismo en cuanto a la viabilidad de la propulsión eléctrica.