Ante la buena prensa que ha tenido el Nissan Cube fuera de Japón desde su lanzamiento en 2002, la compañía nipona ha decidido finalmente que la tercera generación de su popular modelo salga de sus islas y pase a formar parte del competido segmento de monovolúmenes europeos.
Las comparaciones con el Nissan Note son inevitables. La peculiar forma del Cube le permite ser más alto y corto que su compañero, en concreto 1,67 metros de alto y 3,98 de largo. Al igual que ocurre con el Note, sus compactas dimensiones le permiten sortear fácilmente los espacios pequeños habituales en el ámbito urbano. Sin embargo, es su altura la que dota al coche de un gran espacio interior y gran visibilidad tanto en marcha como para maniobras como el aparcamiento, sobre todo lateral. Sin embargo, la configuración del coche deriva un maletero bastante justo para el segmento, 255 litros que se convierten en 403 si se adelantan al máximo los asientos
Esta claro que la apuesta del Cube es la funcionalidad y comodidad en el interior. Desde el original tapizado del techo, la apertura lateral del portón trasero, los posavasos incluidos, pasando por asientos tipo lounge, el cristal en el techo de serie (modificable con una cortinilla para regular el paso de luz) o las grandes posibilidades de personalización, todo hace ver el esfuerzo de Nissan por ofrecer un coche diferente a los estándares del mercado europeo. La gama de colores también se desmarca de lo habitual, con tonalidades como Mar Turquesa o Chocolate Amargo.
En cuanto a las prestaciones, algo secundario en muchos utilitarios japoneses, el Cube responde a las suspicacias con dos suficientes motores de 110 CV, uno de gasolina 1.6 y otro Diésel 1.5 con un filtro de particulas DPF para reducir emisiones. El propulsor de gasolina ofrece la posibilidad de equipar un cambio manual de cinco velocidades o automático X-tronic CVT. Por su parte el Diésel optimiza sus prestaciones con un cambio manual de seis velocidades. La división técnica en Europa de Nissan ha desarrollado en exclusiva el motor Diésel y muchos elementos de ambas mecánicas para adaptarse a lo demandado por el cliente europeo.
Otra de las virtudes del Cube en Europa es su completo equipamiento de serie. Incluirá control de estabilidad ESP, limitador de velocidad de crucero, aire acondicionado, seis airbags, dirección asistida eléctrica, elevalunas eléctricos, el amplio techo de cristal fijo mencionado, equipo de radio CD con toma Aux-in para equipos MP3 y Bluetooth.
El Nissan Cube supone una apuesta arriesgada por la existencia del Note como modelo similar y una estética difícil de asimilar por el público europeo.