Un Roadster se define como automóvil descapotable de dos plazas pero cabría preguntarse en qué se distingue un Roadster de un cabrio o un spider convencionales. Por regla general, los diseñadores orientan un modelo cabrio conforme a los niveles de confort de marcha que ofrece una berlina. En cambio, un spider es por naturaleza un deportivo puro con un parabrisas bajo; en los modelos clásicos, el parabrisas y las lunetas laterales solían ser desmontables. Al principio no ofrecían ni siquiera techo alguno, más tarde se empezó a incluir una lona impregnada, que se tenía que montar manualmente sobre un mecanismo de varillas, que recordaba a las patas de una araña. Y como la mayoría de estos coches eran de origen británico, todos los posteriores modelos pertenecientes a esta clase han conservado la denominación original para este animal: «spider».
Con el paso del tiempo se empezó a ofrecer también modelos Roadster: vehículos de dos plazas con capacidad de calle pero no aptos del todo para la competición. No obstante, estos Roadster se caracterizaban por su rapidez al desplazarse y al replegar o desplegar su capota. Independientemente de sus prestaciones, los términos Roadster y spider son hoy calificativos de unos descapotables de dos plazas o los exponentes más deportivos de los automóviles convencionales. De cuando se inició la fabricación de estos coches se han conservado sólo las ventajas deseadas: poder desplazarse al aire libre, percibir el aroma no filtrado de la naturaleza, notar el susurro del viento y gozar de unas suspensiones de tarado deportivo, un contacto directo de la dirección, una agilidad dinámica y una estética interesante. Estos son los rasgos típicos que caracterizan a un Roadster moderno.
Entre los modelos roadster, o como quiera que lo llamen, el Mazda MX-5 es el deportivo ligero descapotable y biplaza de mayor venta en el mundo. Su lanzamiento en 1989 produjo una verdadera conmoción. La tradición deportiva de Mazda y el audaz planteamiento de su diseño dieron como resultado un biplaza clásico, asequible y emocionante. El 1.6 ofrece 110 CV y el 1.8 alcanza 146 CV. En ambas motorizaciones la respuesta del acelerador se transmite al tren trasero, siendo un coche muy divertido de conducir, sobre todo en superficies deslizantes. Su conducción es muy parecida a otros vehículos de similares características como el Toyota MR2.
Para aquellos que asociaban deportividad a lujo, en Peugeot pensaron que se podía ofrecer un coupé y cabrio por menos de tres millones (de pesetas) y así fabricaron el Peugeot 206cc que ofrece la posibilidad de convertir un coupé en descapotable en un tiempo de 20 segundos mediante un mecanismo electrohidráulico de mando único. El modelo se monta con motor de 1,6 litros y 110 caballos o de 2,0 litros y 138 caballos.
El TT Roadster ofrece motorizaciones de cuatro cilindros y 1,8 litros de cilindrada con culatas de cinco válvulas por cilindro y sobrealimentación por turbocompresor.
La versión más potente alcanza 225 CV; el modelo básico proporciona 180 CV (132 KW). El TT Roadster de 225 caballos alcanza una velocidad máxima de 237 kilómetros por hora; mientras que en el motor de 180 caballos con tracción frontal puede llegar hasta los 222 kilómetros por hora y acelerar en 7,9 segundos de 0 a 100 kilómetros por hora. Con sus 45 caballos adicionales y tracción a las cuatro ruedas, el TT Roadster quattro se toma en esta disciplina 6,7 segundos.
Pero aparte de los caballos, el Audi vira de una manera impresionante, su dirección y su chasis están perfectamente construidos. Es un coche muy rápido que te da mucha sensación de seguridad. La situación al volante, la altura, las suspensiones y frenos y este comportamiento te dan la sensación de estar probando un GT en un circuito cualquiera.
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