Hasta ahora la visión de los coches eléctricos es bastante escéptica en cuanto a prestaciones. Los vehículos eléctricos apenas llegan a los mínimos de potencia exigidos por la mayoría de los usuarios y con una autonomía que hace inviable un trayecto más allá del ámbito metropolitano. Eso es lo que Audi quiere cambiar con la presentación en el Salón de Detroit de la segunda versión del prototipo E-tron.
Este biplaza, exhibido por primera vez en Frankfurt, posee un diseño futurista y reducidas dimensiones ya que no llega a los 4 metros de largo y apenas levanta 122 centímetros del suelo. La fabricación de la carrocería se aprovecha de la tecnología ASF (Audi Space Frame) marca de la casa alemana. Así, todas las partes de la carcasa del vehículo se diseñan individualmente para elevar la calidad del conjunto. Además su acabado resulta especialmente ligero, ya que las piezas utilizadas están hechas con material sintético reforzado por fibras.
El entramado del diseño esconde en su interior un complejo sistema de propulsión eléctrico que pretende superar ciertas barreras establecidas. Consta de dos motores eléctricos que suman 204 CV y una batería de ion-litio que suministra la fuerza a un ritmo de 45 kilowatios por hora. En números, el Audi E-tron acelera de 0 a 100 en 5,9 segundos y su velocidad máxima está limitada a 200 kilómetros por hora. Son prestaciones suficientes para disfrutar del coche en cualquier tipo de circunstancia, lo que demuestra que en un futuro muy lejano podremos ver por las carreteras deportivos eléctricos de este tipo. La potente batería eleva la autonomía hasta 250 kilómetros, un aumento significativo con respecto a modelos anteriores. El principal debe sigue siendo el número de horas que necesita para recargarse, 11 horas para una conexión normal y dos con una corriente de alta tensión.
Gracias a la carrocería ligera (El E-tron pesa 1350 kilos al vacio) y la posición central de los motores el reparto de los pesos se ha podido optimizar para una mejor dinámica. También ayuda el concepto Torque Vectoring, sistema que permite la aceleración selectiva de cada rueda de forma independiente, por lo que el coche se muestra más preciso y receptivo a las reacciones de los motores eléctricos en cada ocasión.
Más allá de su atractivo diseño y una buena dinámica, el Audi E-tron presenta numerosos detalles que le dan personalidad propia. Por poner algunos ejemplos las luces LED inteligentes, las funciones de pantalla táctil en el volante o un sistema de climatización basado en una revolucionaria bomba de calor. Esta bomba, inédita en la marca, proporciona el calor o el frío que no puede dar la batería por si sola. También incluye la posibilidad de programar el climatizador mientras se carga el coche, con lo que al volver a cogerlo se disfruta de la temperatura adecuada desde un principio.
En definitiva, el Audi E-tron cumple los requisitos de todo buen concept-car, anticipando las tendencias y sistemas que se podrán ver en los coches de calle a corto y medio plazo.