Para más de uno, Gabrielle Tarquini habrá conseguido con su Título Mundial de Turismos pasar la estrecha frontera que separa a los buenos pilotos de los grandes pilotos. Algo que sería muy injusto con el italiano, habitual de los top-ten en cualquier competición que ha disputado, pero que nunca ha disfrutado de la confianza suficiente como para disfrutar de coches realmente ganadores.

Tarquini pasó con más pena que gloria por la Formula 1 entre los años 1987 y 1992, temporadas en las que Senna y Prost copaban todo el protagonismo. De ahí pasó a las carreras de turismos, destacando en el campeonato italiano, el DTM alemán y el campeonato británico, donde consiguió un título en 1994 a la edad de 32 años. Para muchos sería el zenit de su carrera, pero el italiano no cejó en su empeño de hacer algo realmente importante, y se pasó al campeonato europeo, donde acabó consiguiendo el título en 2003. Con 41 años hay quién podría pensar que ya había tenido suficiente, pero Tarquini todavía quería ser el primero del mundo en algo. Por ello se marcó el reto de conseguir el mundial y la estructura de Seat y su León WTCC le dieron la oportunidad. Los números hablan por si solos, en cuatro años ha conseguido ocho victorias y numerosas poles, además del subcampeonato el año pasado y su coronación como mejor piloto de turismos del mundo en 2009.

Como el buen vino, Tarquini ha ido refinando su pilotaje con el paso de los años, aprovechando como nadie las situaciones cambiantes en carrera y cuidando los neumáticos como nadie. Muchos le definen como un perfeccionista, lo que se demuestra en detalles como en una ocasión en la que llevaba un mal tiempo de calificación, entró en boxes para que le arreglarán la radio, lo único que no funcionaba, y acabó logrando la pole.

Tarquini tiene dos hijos, Giulia de 4 años y Matteo de 3, cuyos nombres van inseparablemente rotulados en su casco. También es tifosi del Milán, no pierde la ocasión de ver a su escuadra vaya donde vaya y corra donde corra. Pero más allá de filias y fobias, por lo que se recordará a Tarquini es por haberle quitado el record de campeón más veterano a todo un Juan Manuel Fangio.