El Hyundai i20 nace con la intención de jubilar al modelo Getz y para ello presenta una carrocería más larga y ancha, con casi 4 metros de longitud y por encima de los 2,5 de batalla. Las mejoras son evidentes, mayor espacio, estabilidad a altas velocidades etc. Sin embargo, también es más caro. En general el apartado exterior sube enteros, compartiendo muchos puntos en común con el i30. Además se puede conseguir en 10 tonalidades distintas, para aquellos que busquen su propio gusto.
Por dentro destaca por el gran espacio del que disfrutan las plazas traseras y un buen equipamiento de serie en cualquiera de sus tres acabados. Aquí son innegociables el climatizador, la radio CD con MP3 o el volante multifunción. La calidad de acabados no alcanza el estándar de otras compañías, aunque si se ve una mejora evidente con gamas de Hyundai anteriores.
En cuanto a prestaciones se refiere, el Hyundai i20 incluye siete opciones de motor, tres gasolina y cuatro Diésel. Los propulsados por gasolina van de los 78 a los 126 CV, sorprendiendo su suavidad y niveles de consumo (según homologación el motor 1.2 de 78 caballos consume solo 5,2 litros a los 100). Mientras los propulsados por gasoil van de los 75 a los 128 caballos. Todos cumplen la normativa Euro IV de emisiones y montan caja de cambios manual. Como opción los motores 1.4 y 1.6 de gasolina pueden equiparse con cambio automático de cuatro relaciones.
Tampoco se ha escatimado en seguridad. El modelo incluye control de estabilidad ESP, seis airbags (frontales, laterales y de cortinilla), cinturones de seguridad con anclaje ISOFIX y reposacabezas activos. Estos sistemas junto con el maletero de 295 litros y la multitud de portaobjetos del interior hacen del Hyundai i20 un compacto más atractivo y equilibrado que lo que el Getz fue en su día.