A simple vista el nuevo Sonata parece no haber cambiado demasiado, el perfil es similar al igual que la parte trasera. Las novedades exteriores radican en un nuevo diseño de la parrilla delantera, con brazos transversales cromados y las llantas de aleación, que presentan un dibujo distinto. De manera que no podemos decir que el aspecto exterior sea uno de los puntos fuertes del Sonata.
Es en el interior y en las prestaciones donde Hyundai se ha centrado. Las versiones Diésel y gasolina han aumentado su potencia, pasando de 140 a 150 caballos el motor 2.0 de gasoil y de 235 a 250 CV el motor V6 de 3.3 litros. Además ambos motores son más silenciosos y estables en su comportamiento. El V6 se gestiona mediante una transmisión automática, pudiendo ser accionada de forma manual con el cambio secuencial incluido. Por su parte la versión Diésel se puede equipar con cambio manual de 6 velocidades o cambio automático de cuatro relaciones.
Dentro del habitáculo se respira una mejor calidad en los acabados, con soluciones inteligentes para modificar la posición de los asientos y el volante. Conseguir nuestra postura de conducción preferida no será ningun problema. El equipamiento también ofrece detalles como climatizador, conexión MP3, sensor trasero para aparcamientos o parabrisas calefactables que hacen un poco más confortable nuestras evoluciones dentro del vehículo.
Tampoco se ha negociado con la seguridad. El Hyundai Sonata integra airbags de serie frontales, laterales y de cortinilla; nuevos programas de deformación controlada del vehículo en caso de impacto y barras laterales anti-intrusión en las puertas. La seguridad pasiva se complementa con una mejora del control. Al nuevo sistema de suspensión de geometría activa AGCS hay que añadir los consabidos control de tracción ESP y frenos ABS. A este último se le unen el reparto de frenada denominado EBD y la ayuda a la frenada BAS. Siglas y siglas que facilitan el control del Sonata, un modelo actualizado a los tiempos que corren.