Esta versión 325d viene a completar la ya de por sí variada gama de versiones para la serie 3 de BMW. Los nuevos motores de la compañía alemana se caracterizan por una reducción del consumo y el nivel de emisiones (155gr/km de CO2 en este caso), pero también por un comportamiento más suave y agradecido para el conductor. La causa es la inyección directa common-rail de última generación, que permite una respuesta inmediata al conductor. Además, un generoso par de 400 Nm a 1.300 rpm le convierte en un familiar con mucho genio en caso de necesitarse.
Las virtudes del motor se unen a otras heredadas de otras versiones. Hablamos de un familiar de alta gama, por lo que la calidad de los materiales y la alta tecnología son innegociables. Además incluye diferentes ayudas a la conducción para que los usuarios disfruten de una dinámica compensada. La seguridad también está garantizada con multitud de airbags frontales y laterales y la máxima puntuación en las exigentes pruebas Euro Ncap.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Para ser un vehículo pensado para la familia, la gama Touring sigue pecando de poco espacio para las piernas en las plazas traseras. Quizás su carácter estilista explique ese aspecto negativo. Por lo demás un familiar lujoso, algo caro mirando a la competencia, pero que posee un trazo exclusivo que los bolsillos generosos disfrutarán sin duda.
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