Timo Scheider ha ganado el DTM por segundo año consecutivo. Se presentaba en el circuito de Hockenheim con siete puntos de ventaja sobre Gary Paffett, piloto de Mercedes. El piloto alemán no dio opción a las sorpresas que han ido ocurriendo durante todo el año y con una sólida segunda posición alejó a los fantasmas y consiguió lo que es su segundo título consecutivo y el tercero seguido para Audi.
Estos datos son en cierto modo históricos, ya que ningún fabricante había ganado el DTM alemán tres años seguidos, y desde 2001 ningún piloto había conseguido reeditar su título en esta exigente prueba de turismos. En aquella ocasión Bernd Schneider ganó el título en 2000 y 2001. Un parecido en el apellido que parece no haberle pesado a Timo Scheider, que ha conseguido darle a sus títulos su sello propio, la estrategia y la regularidad.
Scheider no lo ha tenido fácil. Paffett, su compañero de equipo Mattias Ekstrom o Tom Kristensen han sido alternativas reales al título con unas mecánicas muy parejas y competitivas. Sin embargó, Timo sabía que era su momento tras mucho tiempo de travesía por el desierto. Debutó en el año 2000 y en 2005 se apartó del certamen sin ganar una carrera. Volvió en 2006, pero hasta el año pasado no consiguió su primera victoria, 79 carreras después de haber debutado. Desde entonces 5 triunfos y 15 podios han sido la base de sus dos títulos.
Con todo ello Scheider se sentía eufórico tras la disputa de la carrera en Hockenheim: «Siento una felicidad inmensa por haber podido lograrlo otra vez y de nuevo ante los muchos espectadores que vinieron a la carrera de mi casa. Estoy plenamente satisfecho con mi equipo y con mi Audi A4. En ellos está la clave del éxito”.