La elección de Ferrari aun sin argumentar y que probablemente lo haga mediante un comunicado oficial, ha sentado como un nuevo jarro de agua fría a los organizadores del GP de Europa que confiaban en el tirón de Schumacher para relanzarlo aún más de lo que lo había hecho desde el anuncio de su regreso, y en todo caso después de saber que no lo disputaría, poder tener a Gene sentado en el Ferrari. Luca Badoer al menos tiene a su favor lejos de otras particularidades como la de ser italiano, el haber rodado con el Ferrari esta temporada, llevar más tiempo dentro del equipo esperando su momento, pero no un mejor palmares que Marc dentro de la Formula 1 a pesar de contar con 65 Grandes Premios disputados. Lo va a tener difícil para estar con los mejores en Valencia, a pesar de que el Kers ayudará mucho a los coches italianos.
Interpretaciones internas dentro de la Scudería aparte, Gene debe tener más claro que para Ferrari no cuenta, bien porque ya sepan que el año 2010 el catalán estará en otro equipo de F1 o de resistencia como las quinielas apuntan, por lo que debe buscarse un nuevo futuro lejos de los italianos. El sentarse en un coche con las especificaciones 2010 podría darle una información muy útil en su futuro inmediato. Mientras tanto, pues como en tantas carreras le queda deambular por el padock, acudir a los eventos del equipo y pasar las horas junto a su esposa y el movil.
Los promotores de este GP, han recibido ya innumerables peticiones para devolver el dinero, pero en palabras de Jorge Martínez Aspar y con toda la razón del mundo, las entradas no son para ver solo a Schumacher o a Gene, y si para ver una carrera que se va a disputar al 100 % de sus acontecimientos previstos. Que unos pilotos o equipos sancionados estén o no por decisiones de los órganos competentes, no son motivos suficientes para devolver el dinero. Según la organización de momento ya son 47.000 las entradas vendidas, ni la mitad de la taquilla 2008, y a solo una semana de su comienzo. Veremos si al menos las gradas valencianas tienen un aspecto presentable.