El conductor de un todo terreno se va a ir enfrentando con distintas dificultades fuera del asfalto, y sólo el conocimiento que tengamos del vehículo, sus posibilidades y la experiencia al volante harán que salgamos de situaciones difíciles con éxito.
Un apartado importante es cómo y cuando elegir las diferentes velocidades. En la posición 2H conduciremos con tracción trasera. Seleccionamos está opción siempre que circulemos por asfalto, en está posición no giran ni el piñón ni el diferencial del eje delantero.
En la posición 4H vamos a circular con tracción integral (4×4). Seleccionamos esta opción cuando el terreno que nos encontremos sea movedizo pero nos permita conducir de forma continua, por ejemplo en carreteras con nieve, zonas con piedras, caminos forestales y bosques.
Cuando insertamos la opción 4L vamos a rodar también con tracción 4×4, pero ahora el T.T. desarrolla la mínima velocidad con un máximo de potencia. Elegimos esta modalidad en un terreno difícil y podremos, a marcha de tortuga, superar obstáculos y situaciones complicadas.
Para hacer los cambios de marchas de 2H a 4H ó 4L, debemos hacerlo cuando el coche este parado, aunque, cada vez es más frecuente en los modelos actuales de 4×4, realizar esta maniobra con el vehículo en movimiento, pero es importante recordar que la dirección debe estar recta.
Reglas básicas
La regla más importante en un todo terreno es la conducción armónica y equilibrada. Es importante al dejar el asfalto cambiar a tracción 4×4 y no esperar a sufrir situaciones de falta de agarre o quedarnos atascados. Mucho cuidado en los terrenos aparentemente planos, ya que pueden esconder obstáculos inesperados que nos pueden hacer pasar un mal rato. Y, sobre todo en el campo, debemos circular despacio.
Ante cualquier zona sin visibilidad o con un alto grado de dificultad, nos pararemos, nos bajamos del vehículo y examinamos detenidamente el trayecto que mejor nos convenga para superar el obstáculo. Al conducir despacio en zonas complicadas, tendremos en cuenta que el todo terreno se mantenga en movimiento constantemente, porque mientras se mueve el coche, la inercia de la masa ayuda adicionalmente a la superación de terrenos con fondos movedizos.
Evitaremos conducir por surcos profundos, sobre todo si no calculamos su verdadera profundidad. Subiremos despacio los montículos, montañas, etc. Los saltos atrevidos son muy bonitos, pero exigen mucha destreza por parte del conductor, además podemos dañar el vehículo seriamente si no tenemos experiencia y conocemos perfectamente la ruta que estemos realizando.
Al encontrarnos cualquier obstáculo, por ejemplo piedras o troncos de árboles, debemos, en caso de duda, no pasarlos entre las ruedas, sino traspasarlos lateralmente con las ruedas de un lado, ya que por los lados de un 4×4 la distancia libre al suelo es mayor que en el centro. Pero recuerda, que nuestra forma de conducir y destreza siempre han de adaptarse al estado del terreno, ya que en una zona conocida, pero por la que no hayamos pasado desde hace tiempo, debemos tener en cuenta que puede haber cambiado porque la naturaleza está constantemente transformándose.
Es importante recordar que la gran capacidad para la tracción del todo terreno sólo existe si la superficie por la que rodamos permite que llegue la suficiente fuerza al suelo mediante las ruedas, es decir, cuando haya una buena tracción. En caso de duda, examinaremos las condiciones del terreno y disminuiremos la presión de los neumáticos si fuera necesario.
Antes de pasar una zona con agua, es importante conocer la capacidad de vadeo de nuestro vehículo y comprobar la profundidad antes de atacar la zona. Al subir pendientes siempre lo haremos por la parte donde la distancia entre la base y la cima sea más corta, así conseguiremos repartir mejor el peso del vehículo y mejorar la tracción, es decir, la transmisión de la fuerza de las ruedas sobre el suelo.
Si por cualquier motivo tenemos que retroceder en una subida, lo haremos siempre con la marcha atrás puesta y el motor embragado. Los todo terrenos soportan una gran inclinación lateral, aún así, en el caso que hayamos inclinado demasiado y empiece a volcar, dirigiremos el volante hacia el lado al que tiende la caída del coche y aceleraremos, ya que es la única forma de salvar el vehículo. En este sentido, nos será de mucha utilidad disponer de un inclinómetro en el 4×4.
Salir de situaciones difíciles
Si nos quedamos atascados no intentaremos liberarnos solos, ya que los neumáticos se enterrarían hasta los ejes, pediremos ayuda. Primero mejoraremos la tracción colocando trozos de madera o piedras. Intentaremos, sino, balancear el coche, arrancando con cuidado en primera velocidad hasta que las ruedas empiecen a girar sobre si mismas, luego con rapidez colocamos la marcha atrás y continuamos la maniobra, esto lo repetiremos continuamente hasta salir.
Para conducir sobre barro o arena existen en el mercado unas planchas especiales para tal efecto. Si no las tenemos podemos conseguir un resultado parecido colocando bajo los neumáticos las alfombrillas del vehículo.
La colocación de cadenas es algo aparatoso, pero se convierte en un buen aliado a la hora de sortear obstáculos cubiertos de nieve. Lo ideal es colocarlas antes de quedarte atrapado. Existen en el mercado otros aparatos, como el tractel o winche, que nos serán de una ayuda inestimable a la hora de quedarnos atrapados en medio del campo.
Atrapado sobre la panza
Si nos quedamos atrapados sobre la panza del coche, primero intentaremos dar marcha atrás, ya que esto funciona cuando ir hacia delante es imposible. Si llevamos más ocupantes, deben salir del todo terreno, ya que así ganaremos unos centímetros de altura, que muchas veces son suficientes para poder seguir adelante.
Intentaremos retirar el obstáculo en el que está apoyado el coche. Pero si estos no se pueden quitar, una forma práctica es levantar el vehículo con el gato y a continuación poner piedras debajo de los neumáticos. Muchas veces con esto ya sería suficiente, y si empujamos el T.T. levantando hacia un lado de forma que el gato se caiga, conseguiremos trasladar el coche lateralmente.
Si contamos con la ayuda de más compañeros de viaje o tenemos la suficiente fuerza, podremos liberar el vehículo con la ayuda de un tablón haciendo de palanca.
En resumen, te facilitamos una serie de consejos útiles para salir de situaciones complicadas, pero recuerda que en el campo es importante respetar el entorno, conducir despacio y buscar recorridos acordes con nuestro nivel de experiencia.
Consejos para mejorar la tracción
1º Vigilaremos que los flancos de los neumáticos no se borren con la suciedad, porque son los responsables del efecto cremallera, tan importantes para mejorar el agarre de los neumáticos.
2º Para conseguir mejorar la tracción se puede, a corto plazo, disminuir la presión de los neumáticos, pero una vez superado el tramo crítico que queramos pasar, debemos dar aire otra vez, ya que los neumáticos con una presión demasiado baja se gastan rápidamente y se pueden pinchar con facilidad.
3º Si conducimos por tramos de barro o nieve, el poner cadenas a los cuatro neumáticos, aumentará hasta en un 70% la tracción.
4º Muchas veces la inercia de la masa compensa una falta o disminución de tracción, por eso debemos mantener el vehículo continuamente en movimiento, sobre todo en superficies mojadas o zonas de arena profundas. Según la ley de inercias de masas; un cuerpo en movimiento quiere permanecer en movimiento. Por lo tanto, muchas veces ayuda un pequeño arranque para superar tramos muy resbaladizos.