Y es que la relación con Mosley llevaba varios años enquistada, alcanzado el terreno personal con casi todos los jefes de equipo de la Formula 1. La gota que colmó el vaso fue el límite presupuestario y algunos cambios para en el reglamento para el 2010, que los equipos más fuertes, sobre todo Ferrari, otro de los vencedores de este pulso, no aceptaban de ninguna manera porque es la unica manera de recuperar el terreno perdido este año frente a equipos modestos, con medios y presupuesto alto con el que fichar pilotos, ingenieros y todo lo que el dinero puede comprar. Los tiras y aflojas, reuniones en todas las direcciones posibles terminaban en callejones sin salida, forzando a la FOTA a desempolvar el viejo sueño de un nuevo campeonato lejos de las normas FIA, y las severas condiciones de explotación de Bernie Eclestone. No era una idea descabellada, ni un órdago como algunos han calificado y la tensión era palpable las últimas semanas, pero al final la sensatez ha imperado y los equipos y pilotos protagonistas absolutos de los grandes premios han triunfado. Los contratos a romper, demandas, las indemnizaciones y futuros juicios entre unos y otros también han pesado en los acuerdos. Eclestone es para mí una vez más el gran triunfador de todo, porque mantiene inalterable el suculento negocio que maneja desde hace décadas, ahogando con sus particulares condiciones sobre todo a los circuitos y televisiones y que en tiempos de crisis como los que atravesamos ven cada día menos rentable su intervención en el gran circo. Por tanto después de tanto revuelo, salvo detalles que no sabemos a día de hoy, nada de nada desde el punto de vista del aficionado ha cambiado y salvo que se queden por el camino alguno de los trece equipos previstos en la relación oficial comunicada, curiosamente antes de llegar el acuerdo, podremos disfrutar de un Campeonato asentado el año que viene. Seguirán surgiendo otras noticias, pero ya lejos de abogados, reglamentos y complicados contratos.
Aunque faltan varios meses para el nombramiento del sucesor de Moxley, ya se aventura como figura de paz al Presidente del Club de Mónaco cercano a Ferrari, Michel Boeri aunque la figura de Flavio Briatore, un gran negociador e ilusionista de personas está en las quinielas. Las próximas semanas se iran viendo los posibles candidatos.