En el desangelado circuito de Sakhir, donde hay más comisarios y miembros de los equipos que espectadores, parecía que esta vez si iba a llegar la primera victoria de Toyota en F1 partiendo desde la primera fila de parrilla sus dos coches y con unas sensaciones estupendas. Recordemos que el equipo japonés fue uno de los que estuvo recapacitando su presencia en la formula 1 a principios de temporada por culpa de la crisis, y ni los más optimistas responsables de la escudería, esperaban un arranque de temporada tan bueno. Pero en carrera las cosas fueron distintas y de nuevo el Brawn de Button se mostraba inalcanzable y Vettel superaba a Trulli mediada la carrera y el italiano no pudo recuperar la plaza. Tampoco le fueron bien las cosas a su compañero Glock que con problemas de motor se alejaba de la cabeza terminando séptimo. Hamilton gracias a su talento y agresividad va salvando a duras penas el honor de McLaren – Mercedes mientras ven como otro equipo equipado con su motor está a años luz de ellos. Esta vez el cómodo cuarto puesto es más recompensa de la esperada, superando a Barrichello más flojo que en anteriores citas. Llegaron los primeros puntos para Ferrari con el sexto puesto de Raikkonen, pero acompañado del nuevo abandono de Massa. Por delante de él y de Glock debería haberse clasificado Fernando Alonso pero de nuevo la salida se atragantó para el asturiano terminando por la tierra y encerrado en mitad de pelotón, perdiendo tres posiciones que fueron muy difíciles de recuperar porque el R29 no dio la talla esperada en carrera. Al menos se pudo salvar un punto tras retener a Rosberg.
Sonrojante las situaciones de BMW o Ferrari que ya pueden mejorar muchísimo para dar la vuelta a esta inesperada situación, porque lógicamente los equipos que ya están en punta irán recibiendo nuevas mejoras, y otros como los Red Bull, alguna porque recordemos no tienen Kers, ni difusores y su capacidad de mejora es la más esperada dentro del paddock.