Los coches de rallye actuales, sobre todo los Super 2000 y en el mundial los WRC, en asfalto van “sobre raíles”, no se mueven, no dan espectáculo. Pasan muy deprisa pero no van “de lado”, no gustan a los aficionados. Sin embargo los clásicos del estilo Ford MKII y los GT,s como el Ferrari si se cruzan en las curvas, algo que buscan los seguidores a las carreras de coches.
No podemos olvidar que además de un deporte, el automovilismo es un espectáculo. Existe un numeroso público que vibra con el paso de los coches de carreras por carreteras llenas de curvas y rasantes. Ellos, los espectadores, son los clientes potenciales de las empresas que patrocinan a los pilotos y permiten que puedan participar en un deporte tan sumamente caro. Si no hay público no habrá sponsor y sin sponsor no habrá pilotos. Por ello es por lo que entre todos tenemos que conseguir que las cunetas de los rallyes estén a rebosar de aficionados.
Una forma buena de conseguir este objetivo es permitir que coches que gustan al público participen en las carreras. Los clásicos y los GT es la primera opción, ya decimos que muy buena, pero hay más. Los WRC son coches espectaculares y óptimos para participar en rallyes ¿Por qué no pueden correr en el Campeonato de España? Si les dejamos seguro que más gente irá a ver los rallyes.
Más ideas para el fomento de estas pruebas son la bajada de los precios de la inscripción para los participantes, por ejemplo para los clásicos. Seguro que la participación de grupos B, un Lancia 037, un Stratos, un Audi Quattro, los R5 Tour de Corse, etc animan a más espectadores. Valga como ejemplo la espera de los aficionados de toda España al paso de Ferreiro con el Ford “de lado” en todos los tramos. Coches y pilotos como el gallego son a quienes hay que fomentar. Zonas de gran afluencia de público y conocidas por su espectacularidad como el cruce de Noriega en Asturias son zonas a cuidar. Si se teme por la seguridad habrá que reforzar ésta con más personal pero nunca quitarlas ya que el público se desanima de cara a siguientes ediciones y puede que no vuelva.
Entre todos hay que conseguir que los rallyes estén llenos de público y cuando esto suceda, poder cobrar por ver la carrera, al igual que pasa con el resto de espectáculos: toros, futbol, conciertos… Si así pasase se podría reinvertir el dinero de la venta de entradas en seguridad y en rebajar costes a los participantes para fomentar mayor número de coches.