La concentración de clásicos de Navacerrada, que se realiza todos los domingos primeros de mes, suele estar llena de gente y cuando el día es soleado, mucho más público y asistentes.
Esta concentración estuvo a punto de dejar de hacerse: los bares de la plaza se estuvieron quejando y aparcaron sus coches particulares por la mañana temprano ocupando los sitios donde pocas horas mas tarde deben aparcar los clásicos. Según ellos, les quitan clientela con los coches clasicos aparcados delante de las terrazas, cuando en realidad les llenamos el pueblo de coches y gente…
Finalmente esta polémica se zanjó y la concentración volvió a la normalidad.