Sus ocho campeonatos de España se me antojan imposibles de igualar y es que la unión entre Puras y Citroën – Piedrafita ha sido extraordinariamente rentable para ambas partes. Ídolo absoluto de la afición cántabra, que le ha estado siguiendo por toda España y parte del Mundo durante todos estos años, tiene asegurado su relevo con una excelente hornada de pilotos de la región como Ojeda, Sordo o Entrecanales.
Jesús comenzaba sus participaciones en rallyes muy ligado a la marca familiar Renault y a Hergom, teniendo unos inicios parecidos a los de Carlos Sainz, pilotando ambos 5 TS y Turbo, con el que rápidamente empezaba a destacar. En 1987 al desaparecer el Gr. B, Jesús entraba de lleno con los tracción delantera, primero con GT Turbo y a media temporada con el R 11 Turbo privado, superando en no pocas ocasiones al piloto oficial. El asiento de FASA lo ocupaba en dos pruebas por lesión de Guillermo Barreras siendo su primer contacto con un coche oficial. El año siguiente fichaba con Ford ganando el Gr. N con un Sierra Cosworth, a pesar de sufrir uno de los accidentes más fuertes de su carrera al caer por un puente en el Cajalicante. Con la marcha de Carlos Sainz a Toyota, Puras ocupaba su lugar pero no pudo ganar el título frente al M-3 de Bassas, que en ese momento era ya el mejor coche sobre asfalto. Ford además del asfalto le brindaba la oportunidad de disputar el Campeonato de Tierra con el RS 200 aumentando su preparación de cara a futuras pruebas. Lancia y la Jolly Club le abría sus puertas para el año 90, y con un pequeño programa, sacaba el máximo resultado posible, llegando su primer título Nacional y el fichaje con Mazda. No fueron tan buenos los resultados como con otros equipos ya que los japoneses de Mazda le dejaron tirado en la que iba a ser su primera temporada mundialista con la excusa de no haber ayudado a su compañero de equipo Mikkola en pleno tramo del Portugal. Para 1992 se montaba un programa de emergencia pero que daba muy buenos resultados, y ayudado por la fiabilidad de su Deltona, llegaba su segundo Campeonato de España. Ese fue el último año para los Gr. A 4×4 y el certamen Nacional quedaba reducido a los tracción delantera o los Gr. N 4×4, eligiendo Chus un Ford Escort Cosworth Gr. N, con el que rápidamente se daba cuenta era imposible seguir el ritmo de los 309, Clío o Astra, que dominaron el año 1993. Con ese Escort y apoyado por Cepsa conseguiría el Mundial de Gr. N de 1.994 retornando al Nacional con Citroën para 1995, año que le valía otro Campeonato de España. SEAT, que había iniciado su andadura en el Mundial con los Ibiza Kit Car, le ficha para todo el año 1996, consiguiendo su primer título Mundial de F-2, lo que no le valía su renovación tras varios abandonos unas veces motivados por la mecánica, otros por salidas. Citroën le “repesca” de nuevo y con el único ZX Kit Car del Mundo se anota otro Nacional, título que repetía en 1998, 1999 y 2000 todos ya con el Xsara. Para el 2001 Citroën Sport ofrecía al cantabro un programa de 4 pruebas con el Xsara T4, todas ellas en asfalto, ganado el Córcega, su mayor logro a nivel Mundial, justo premio a su calidad y profesionalidad. El resto de temporada disputaba el mejor Campeonato de Rallyes de Tierra de los últimos años con un Toyota Corolla llegando a la última prueba con máximas opciones de ganarlo, pero un toque no se lo permitía. En el 2002 y de nuevo con el T4 en el Nacional, Puras se anotaba su último y más fácil Campeonato de España, el octavo. La historia de este año que acaba de terminar la tenéis más fresca. Ha sido una temporada de sinsabores con un Clío Súper 1600 poco fiable y que tras conducir coches de más nivel y potencia le ha sabido a tan poco que ha motivado su retirada. Piloto frío, calculador y con un carácter algo variable, nunca fue una persona que dejase indiferente, lo que le valió abrirle y cerrarle al mismo tiempo algunas puertas, y es ahí, en los despachos, donde por desgracia se jugó muchas veces su carrera deportiva.