Miguel Fuster, nacido en Benidorm en 1971, es uno de los primeros espadas del Campeonato de España de Rallyes. Ha materializado triunfos para cinco marcas distintas, Peugeot, Renault, Citroen, Fiat y Porsche y ha sido dos veces Campeón de España de Rallyes, en los años 2003 con Citroen y en 2007 con Fiat.

Según ha saltado a los medios de comunicación, Miguel Ángel Fuster, amigo del vicepresidente autonómico Gerardo Camps, intermedió, según la investigación, para que la Comunidad Valenciana avalara por 16 millones de euros al club de fútbol del Hércules, cuyo principal accionista era Enrique Ortiz. Este empresario pagó al intermediario al menos 12.000 euros por sus gestiones, según el sumario del caso: Publicado en El Pais el 28 de octubre.

Algunos políticos de la oposición en los organos de gobierno de la comunidad valenciana ya arremeten contra el piloto. Así, se denunció que la Generalitat, de acuerdo a la documentación con la que cuentan los grupos parlamentarios, ha vuelto a subvencionar con 300.000 euros al piloto de rallyes Miguel Fuster, implicado en el caso Brugal y «amigo íntimo de Gerardo Camps». Morera dijo sentirse «muy sorprendido» por la concesión de esta ayuda y dijo que «el patrocinio de un coche de rallye no sería cuestión de críticas, pero éste en cuestión pertenece a un íntimo amigo del titular de Economía que es uno de los protagonistas de la trama Brugal, un caso que nos vuelve a poner la cara roja de vergüenza a los valencianos y sitúa nuestro país en el epicentro del mapa de la corrupción de todo el Estado».
En el periódico Información de Alicante el 30 de octubre se publicó que el politico recordó que Fuster, natural de Benidorm, está «en el punto de mira de la Fiscalía Anticorrupción por haber cobrado dinero por sus gestiones con Gerardo Camps en forma de patrocinios deportivos». Además subrayó que la subvención, concedida a través de la Conselleria de Turismo, es superior a la que perciben otros clubes de elite alicantinos, como el Lucentum o el Hércules.

Las personas involucradas que nos ocupan son:

Miguel Ángel Fuster, piloto de rallyes, está implicado por los informes policiales que le sitúan como presunto mediador entre Ortiz y Gerardo Camps, recibiendo contraprestaciones en forma de patrocinio deportivo.

Gerardo Camps, el Conseller de Economía, está siendo investigado porque aparece en una de las partes, aún bajo secreto sumarial, denominada Sociedad de Proyectos Temáticos. Figura como representante autonómico en procesos de adjudicación donde concurre Ortiz.

Enrique Ortiz, empresario, imputado por delitos de aprovechamiento de información privilegiada facilitada por autoridad y funcionario, tráfico de influencias, cohecho y fraude. Está relacionado tanto con la trama de la adjudicación del Plan Zonal como principal beneficiado así como en la investigación sobre irregularidades en el PGOU de Alicante.

Una pena ver como un personaje importante de nuestro deporte se ve implicado en un caso de corrupción, sobre todo y egoistamente, por la posibilidad de dejar de ver al equipo en los tramos del campeonato de España, cayendo uno más en las ya de por si pobres inscripciones del certamen.