El Citroën C4 fue una agrabable sorpresa dentro del panorama de compactos europeos, una apuesta que arriesgaba en el diseño para ofrecer algo distinto a un mercado saturado. No es que fuera una revolución, pero si una nueva manera de entender el segmento y que ha tenido seguimiento en la competencia posterior. Ahora llega la evolución de esa idea con la segunda generación del modelo, que viene a perfeccionar algunos defectos del original y que da un paso más en materia de equipamiento.
Que es una evolución y no una ruptura con el modelo anterior lo podemos ver simplemente con su diseño exterior. La línea es similar salvo el acabado truncado en la trasera, lo que faculta al coche con una habitabilidad aceptable para el tipo de coche que es. De hecho esa peculiar forma permite que se aproveche mucho el maletero, que llega a la nada despreciable cifra de 408 litros, de lo mejorcito del mercado en esta categoría. Por lo demás en la línea del nuevo C3, líneas redondeadas, un frontal muy agresivo con un diseño de las ópticas con mucha personalidad y en general un look deportivo, que es lo que se suele buscar por el cliente tipo.
Por dentro la habitabilidad ha mejorado tanto para los ocupantes de las plazas delanteras como para los pasajeros. También se ha solucionado en parte la falta de visibilidad trasera. Los usuarios podrán ahora disfrutar de asientos con reglaje lumbar eléctrico y función masaje (plazas delanteras), un detalle más propio de una berlina premium que un utilitario. En la línea de la última gama Citroën muchos detalles del interior son personalizables, como el color del salpicadero, los efectos del sistema de audio o la intensidad del climatizador. También dispone de toma de corriente de 230 V, lo que aumenta su carácter práctico.
En cuanto a motorizaciones son 5 las opciones de motorización, 6 si contamos el llamado e-HDI de 110 CV, igual que el HDI de esa misma potencia pero con Start & Stop de última generación que deja las emisiones en 109 gr/km de CO2 y el consiguiente ahorro del impuesto de matriculación. Los Diésel son ese mencionado HDI de 110 CV, la versión base de 90 y un más deportivo de 150 (solo disponible en los acabados Sport y Exclusive). En gasolina tenemos el VTi de 120 CV como versión base y un THP de 156 CV asociado a caja automática de 6 relaciones CMP con levas al volante. Sin duda la opción que eligirán los amantes de las sensaciones racing.
De serie equipa las ayudas a la conducción que son casi ya el ABC de toda novedad. El ESP y el control de tracción inteligente no podían faltar, así como sistema de arranque en pendiente y frenos ABS de la última hornada. También se incluye ordenador de a bordo para los que gusten de analizar su marcha en el vehículo e indicador de marcha para los más ahorradores. Para los que busquen algo más están los cromados, faros con función cornering, llantas hasta 18” y sistema de vigilancia del ángulo muerto.
Es posible tener un C4 realmente bien equipado por menos de 20.000 euros, por lo que esta nueva versión a buen seguro comenzará a plagar las carreteras españolas en un breve espacio de tiempo.