La actualización de gran parte de la gama Toyota también afecta a su todocamino, el RAV4. El SUV estrena nuevo look en su parte delantera, dando mayor empaque al conjunto y exhibiendo un perfil muy dinámico y atractivo a simple vista.
Los detalles se extienden a la nueva parrilla, con elementos cromados propios de acabados premium, y a las ópticas, mejor posicionadas y agradables a la vista. Es un esfuerzo de Toyota por atraer a clientes con mayor poder adquisitivo. Algo que se puede observar en el nuevo equipamiento que incluye la versión Executive, con tapicería mixta en cuero y Alcántara, y asientos regulables eléctricamente con calefacción incluida. Para una estética más deportiva existen los acabados Cross Sport, que no tienen rueda de respuesto en el portón trasero (se sustituye por un embellecedor cromado) ni barras en el techo.
La gama de motores sigue reduciéndose al motor de gasolina 2.0 Valvematic de 158 CV y los Diésel 2.2 D-4D y D-CAT, ambos de 150 CV de potencia. Sin embargo la adopción de la tecnología Optimal Drive de la marca les permite ser especialmente contenidos en consumo y emisiones. Destaca por encima de todas las configuraciones el D-CAT asociado a la caja de cambios Autodrive S de seis velocidades, recomendada para largos viajes por su menor consumo y comodidad de la transmisión, con apenas lapsos entre cada cambio. También existe una transmisión automática de 7 relaciones Multidrive S para la versión Executive de motor gasolina.
El precio del Toyota RAV4 2010 va desde los 23.330 a los 35.350 euros para la versión con motor D-CAT 2.2. Opciones suficientes para adquirir el SUV deseado, aunque los que busquen algo más rotundo echarán de menos una versión más potente. Para eso está el Land Cruiser.