El Nissan Qashqai ha sido en estos tres últimos años una auténtica bocanada de aire fresco para el fabricante nipón, que ha encontrado en el ya popular todocamino una tabla de salvación tras años con un devenir más que oscuro. Sin embargo en Nissan parecen haber escarmentado y lejos de querer vivir de las rentas han querido introducir sutiles cambios en la edición 2010 del Qashqai para seguir copando los primeros puestos en las listas de coches más vendidos.
En primer lugar se ha mejorado la aerodinámica mediante un intenso trabajo en el frontal del vehículo. La parrilla, el capó, los parachoques y los faros se han rediseñado, abandonando en parte el rotundo acabado del original para ofrecer una silueta más estilizada que gestiona mejor el paso del aire. Estos cambios suponen un aumento de la longitud del vehículo en 17 mm. Otras novedades en la aerodinámica se encuentran en el alerón trasero, mejor planteado en este sentido, nuevos deflectores en las ruedas traseras y unos bajos del coche más planos. Con estos cambios se pasa de coeficiente Cx 0,34 a 0,33, lo que se traduce en menos emisiones y una disminución de la rumorosidad.
El apartado estético lo completan las nuevas llantas de 16 o 17 púlgadas, basadas en vehículos con acabado Premium y dos nuevos colores para la carrocería, Rojo Magnetic y Gris Titanium.
La otra gran novedad es la aparición de la versión Pure Drive, la denominación ecológica para el Qashqai. Los vehículos que tengan esta etiqueta se beneficiarán de una reducción de emisiones hasta los 129 gr/km de C02 en los motores Renault 1.5 dCi de 106 CV, la alternativa más ahorradora. Además incluirán tapacubos aerodinámicos, una relación en la marcha final pensada para el ahorro de combustible, menor peso total del vehículo y el uso de neumáticos con poca resistencia a la rodadura.
En el interior el trabajo ha ido encaminado a ofrecer una mayor calidad de los materiales y un entorno más práctico. Así se puede disfrutar de un cuadro de instrumentos rediseñado con una presentación de la información más clara, ayudada por una pantalla de navegación con tecnología TFT, color gris perla en la tapicería de cuero, sistema de audio Bose con 7 altavoces y las bondades del sistema Nissan Connect, con Bluetooth, Mp3, entrada para iPod…
En cuanto a la dinámica no hay cambios perceptibles, más allá de la mencionada disminución del ruido con las mejoras de diseño incluidas. Siguen las cuatro opciones de motor, dos Diésel de 106 y 150 CV y dos gasolina de 115 y 140 CV. Pueden acompañarse con cambio automático de seís velocidades o manuales de cinco y seis según la versión elegida. Lo más destacable en este sentido sigue siendo el cambio automático CVT del 2.0 gasolina de 140 CV, en el que apenas se perciben los saltos en los cambios para una adaptación total a cualquier terreno.
Con estos cambios y la llegada del Nissan Juke la marca japonesa pretende seguir dando guerra en el creciente segmento de los todocamino.
Para más información consulta aquí o en la web de Nissan.